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El miedo a las multas reduce al mínimo los accidentes de tráfico

En 2009 perdieron la vida 33 personas en las carreteras gaditanas, la cifra más baja registrada en la provincia

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Era el 3 de enero de 2009, hace justo un año, cuando un joven de 24 años al volante de su Opel Astra se precipitaba al fondo del caño Zurraque, al salirse de la calzada desde la autovía A-48, camino de Chiclana. Se trataba del primer accidente mortal que tenía lugar en 2009 en la provincia de Cádiz, y el primero de una trágica lista que alcanzaría doce meses después la cifra de 33 personas fallecidas al volante debido al mal tiempo, a una curva demasiado cerrada o, como suele ser habitual, a la imprudencia de algún conductor.

El balance del tráfico el pasado año resulta agridulce: por un lado, el número de muertes es aún demasiado alto; pero por otra parte, supone el dato de mortalidad más bajo que se haya registrado nunca en la provincia de Cádiz y confirma la tendencia a la baja que en los últimos años se viene dando en siniestralidad.

«Un muerto ya es demasiado». Suena a tópico, pero lo repiten con convicción tanto el jefe provincial de la DGT en Cádiz, Luis Javier Herrero, como el capital del subsector de tráfico de la Guardia Civil, Juan Manuel Gajete, cuando se les pide que valoren el curso que se acaba de acabar. El deseo de ambos (quizá utópico) sería eliminar por completo los siniestros sobre el asfalto, pero ninguno puede ocultar su satisfacción al ver que se ha cumplido el objetivo de reducir la accidentalidad un año más (y van siete).

El progreso es innegable: «El número de accidentes y de muertes ha descendido un 21% en sólo un año y casi la mitad desde 2004 cuando hubo 65 fallecidos. También han bajado un 26% los heridos graves (poco más de 200, comparados con los 264 de un año anterior), cuando antes teníamos más de 300», explica el capitán de la Guardia Civil.

«No parecía que fuéramos a ser capaces de superar las cifras de 2008 (42 víctimas mortales) y aunque 33 muertos son demasiados, nos hace pensar que estamos en el buen camino», valora por su parte Luis Javier Herrero. En las estadísticas de la DGT, sin embargo, no se incluyen los fallecidos en accidentes dentro de las ciudades, que convierten a la provincia gaditana en la cuarta de toda España en mayor siniestralidad.

La amenaza de los puntos

¿Podría continuar la tendencia a la baja de accidentes a lo largo de 2010? «Ojalá», responde Juan Bosco, fiscal delegado de Seguridad Vial en Cádiz, que sin querer ser agorero advierte que «no es descartable que tarde o temprano pueda haber un repunte de la siniestralidad, espero que no sea este año». En opinión del fiscal, «el carné por puntos y la reforma del Código Penal llevan todavía muy poco tiempo y estamos aún en un periodo disuasorio en que la gente parece estar más concienciada; pero, ese periodo acaba por disiparse y los conductores podrían relajarse». Bosco, no obstante, matiza que «si ocurre esto no significa que la línea que estamos siguiendo sea mala».

2009 ha sido, precisamente, el periodo de consolidación del nuevo carné por puntos en España y también el año de su primera reforma parcial, llevada a cabo a finales de noviembre, cuando el Congreso eliminó una serie de infracciones que hasta ahora conllevaban la detracción de puntos, como conducir sin luces o parar en una curva. A diferencia de la siniestralidad, el número de multados en carretera sí crece año tras año, y 2009 no ha sido una excepción. Según datos de la DGT, un de 27.286 personas fueron sancionadas por infringir las normas de circulación en la provincia de Cádiz (un 31% más que en 2008), que en conjunto perdieron más de 90.000 puntos. Aunque tanta pérdida se compensó con los más de 1.120.000 puntos que el Estado 'regaló' el 1 de julio a los buenos conductores.

De todos los malos conductores gaditanos, se les retiró el permiso de conducir a 673 (el 94%, hombres) que se vieron con el contador de puntos a cero (un año antes, apenas fueron 257), a los que hay que sumar otras 397 personas que terminaron el año con expedientes abiertos.

«Es cierto que aumentan los delitos, pero se debe a que se han intensificado los controles, no a que haya más infractores», explica Juan Bosco, que atribuye a esta misma lógica la reducción de los accidentes en Cádiz. El fiscal estima que el delito viario que más se ha disparado en el último año ha sido la conducción sin carné (una infracción que evidentemente no supone pérdida de puntos). Desde el pasado verano, la Fiscalía pide ya por este delito que se castigue además de al conductor, a la persona que le presta el coche.

Un año «tranquilo» de atascos

En el balance de tráfico de un aspecto sigue manchando el expediente de las carreteras gaditanas: los insufribles atascos, el precio que la provincia parece obligada a pagar por el turismo. Los fines de semana de verano y la Semana Santa volvieron a concentrar largas colas de vehículos que buscaban un mismo destino: la playa. Desde la DGT y la Guardia Civil, no obstante, hacen un balance positivo y coinciden en que 2009 «no ha sido un año complicado». «No hubo complicaciones en el mundial de motos de Jerez; y aunque es verdad que hubo retenciones, fueron muy puntuales». Lo cierto es que en los últimos fines de semana de agosto, parecía que el verano ya había acabado en las carreteras pues apenas hubo incidencias.

Aún así, al comienzo de la época de vacaciones no han faltado largas colas de hasta 10 kilómetros en lugares tan habituales como el nudo de Tres Caminos, un cuello de botella irremediable para llegar a las playas de la Janda y cuya transformación sigue en el aire sin un proyecto. La mejora de las carreteras sigue siendo una cuestión fundamental para atajar, no sólo los atascos, sino también los accidentes. El capitán Juan Manuel Gajete, por ejemplo, vincula la creación de la autovía A-48 entre Chiclana y Vejer con el «descenso importante de la mortalidad en la comarca de la Bahía y la Janda, de hasta un 39%».

Puntos negros y mejoras

Los proyectos de algunas infraestructuras de relevancia dieron pequeños pasos adelante el pasado 2009, como el inicio de las obras de duplicación de la A-491 entre Rota y El Puerto o la licitación del proyecto de mejora de la A-384 que une Arcos con la provincia de Málaga a través de la Sierra, y que es, junto a la N-340, una de las vías que más accidentes registra de todo Cádiz. Su transformación en autovía está aún en una fase inicial, casi embrionario, pero la consejería de Obras Públicas estudia ya diversos trazados para su primer tramo hasta Bornos, que salió a concurso en julio.

En mejora de carreteras, sin embargo, aún queda mucho por hacer. De hecho, la provincia cuenta aún con un elevado número de puntos negros (58 en total) que se reparten a lo largo y ancho de la región. Y existen muchas carreteras que esperan desde hace años que se lleven a cabo proyectos de mejora bloqueados.

Uno de estos proyectos enquistados es la transformación en autovía de lo que queda de la N-340 entre Vejer y Algeciras, uno de los tramos más peligrosos y accidentados de la red de carreteras gaditana. A mediados de 2009, esta esperada actuación parecía, al fin, desbloquearse cuando el Ministerio de Fomento dio a conocer el trazado provisional de la futura autovía y según las previsiones del Gobierno, 2010 podría ser el año en que se redacte el proyecto definitivo. Aún así, la A-48 no estará terminada antes de 2017. Hasta entonces la Janda deberá seguir sufriendo las deficiencias de la antigua N-340 y sus siete puntos negros durante muchos años.

De momento, con 2010 aún por estrenar, sólo cabe esperar que las estadísticas -en siniestralidad, delitos y atascos- sigan manteniendo su tendencia positiva y la prudencia sea la que guíe a los conductores a lo largo de este año, para que dentro de 12 meses las noticias haya menos muertes que lamentar.