Preparación física. Julián Jiménez es el encargado de que la primera plantilla del Xerez afronte en plena forma cada encuentro. :: JUAN CARLOS CORCHADO
Deportes

Fin a la pretemporada navideña

La báscula evidenciará hoy si alguno de los jugadores se ha pasado durante las vacaciones

JEREZ. Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

La economía del Xerez Club Deportivo no está para despilfarrar demasiado, y esta temporada los azulinos han tenido que improvisar una mini pretemporada navideña sin concentración de por medio. De ello se ha encargado Julián Jiménez, preparador físico del cuadro jerezano, que aprovechó la última semana antes de las vacaciones para iniciar un trabajo específico ya que el Xerez había adelantado el último encuentro del año contra el Barcelona y no jugó el 20 de diciembre. El punto y final a esa mini pretemporada se puso el pasado martes y hoy el cuerpo técnico y el nutricionista comprobarán si el trabajo ha dado sus frutos. A primera vista, «alguno ha llegado con un kilito de más», confiesa Julián Jiménez, pero puede que durante estos primeros días de trabajo tras el parón navideño los azulinos hayan logrado retornar a su peso ideal.

El preparador físico del Xerez planificó una serie de entrenamientos enfocados a reforzar el trabajo físico mediante una pretemporada que tenía tres fases. Una primera, durante la semana previa a las vacaciones; la segunda, durante los días festivos de los que disfrutaron los futbolistas; y por último, tres días más tras volver al trabajo. Esto quiere decir que la mini pretemporada llegaba a su fin el pasado martes y desde hoy Ziganda trabajará para preparar específicamente el encuentro contra el Almería y probará los posibles cambios organizando partidillos a campo completo.

Muchas ganas

Julián explica que «la vuelta al trabajo ha sido buena. Desde que terminó el partido contra el Racing de Santander comenzaron ha realizar una mini pretemporada». El preparador físico del Xerez detalla los deberes que los azulinos debían realizar durante las jornadas que no tenían que acudir a ejercitarse en Chapín: «Hicimos entrenamientos conjuntos hasta el día 18 de diciembre y después los jugadores tenían tarea individual enfocada a trabajar esta base de fuerza. Como mínimo tenían que hacer tres sesiones individuales que consistía en trabajo de gimnasio de fuerza general orientada a la resistencia y sesiones de carrera con tres cambios de ritmo. En el gimnasio se fortalecían con acciones similares a las que se realizan en el fútbol, como pueden ser saques de banda, de arrancada, de saltos... Cuando volvieron a Jerez, continuamos tres días más, pero el primero fue sólo un reencuentro con el trabajo físico».

Ya desde esa primera jornada Julián notó el que había cumplido con su deber y había realizado toda la tarea, aunque el preparador físico azulino no ha sido demasiado duro con los más remolones: «Alguno no ha podido hacer todas las cosas porque tenemos que pensar que había gente que cambiaba de país. Además, por España tampoco ha hecho un tiempo demasiado apacible, pero en líneas generales se han portado bien. De hecho el primer día de trabajo hubo que frenar bastante al equipo porque venían con muchas ganas. Lo comenté con Cuco, Andoni y Juanjo y todos los habíamos visto muy motivados. Los tuvimos que parar porque el objetivo era llegar fuertes a Almería».

Menú navideño

El tema de las comidas es uno de los asuntos más delicados en estos días, pues se suelen realizar importantes excesos. Julian entiende que «en estas fechas es muy difícil limitar el tema de las dietas. Ellos tenía una orientación de alimentación del nutricionista, que también les había dado algunos consejos para prevenir los excesos. Les mandó verduras y mucha agua. En esto hay casos más específicos que otros porque no todos los jugadores tienen el mismo gasto calórico».

Jiménez ha hecho un poco la vista gorda, pero la báscula no tendrá ninguna piedad y hoy pondrá a cada uno en su sitio, pues Julián cuenta que hoy les tomarán «el peso. Les hemos dado unos días de margen, hemos sido un poco benevolentes. De todas formas, durante estos primeros días hay detalles que nos han permitido darnos cuenta de que alguno que otro había pillado algún kilito. Por tanto, la báscula no me va a sorprender».

Lo que sí le ha llamado la atención al preparador del cuadro técnico azulino son los problemas con los campos de entrenamiento que tiene el Deportivo. Algo que ha sufrido especialmente esta semana, en la que las lluvias no han dado tregua a Jerez. Pese a todo, se aclimata a las circunstancias y afirma que «al trabajo físico no le está afectando demasiado» porque se adapta con lo que cuenta. «Es lo que tiene el Xerez y debemos sacarlo adelante. Eso es lo que estamos haciendo. El otro día nos fuimos a Guadalcacín porque había llovido bastante y si nos hubiéramos metido en el anexo o en el estadio lo hubiéramos destrozado».

El problema con los terrenos de juego es sólo uno de los muchos inconvenientes que tiene entrenar en el Xerez, pues Julián no puede negar que se sorprendió cuando vio toda la problemática que gira alrededor de la sociedad anónima deportiva: «Sobre todo te inquieta al principio, pero cuando ves que el resto de la gente lo lleva con soltura acabas adaptándote. Por supuesto que si llegara ahora y leyera la prensa, que se vende el club y otras muchas cosas, quizás sí que me afectaría».