ESPAÑA

La banda ordena dos «grandes acciones» durante la presidencia de la UE

Interior activa el nivel 2 de alerta antiterrorista ante el riesgo de que la banda inicie de inmediato una campaña

MADRID. Actualizado: Guardar
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No es una hipótesis de trabajo de las fuerzas de seguridad ni una «ocurrencia de una tarde» de Alfredo Pérez Rubalcaba como, él mismo confirmó ayer. La cúpula de ETA ha ordenado a sus bases que lleven a cabo dos grandes 'ekintzas' (acciones) para hacerse presente durante la presidencia española de la Unión Europea.

Las fuerzas de seguridad, según han revelado mandos de la lucha antiterrorista, tienen en su poder documentos internos «muy recientes» en los que la dirección marca varias etapas y da instrucciones a varios posibles 'taldes' para irrumpir en los primeros meses del próximo año con un objetivo claro: intentar contrarrestar su debilidad con una campaña de propaganda internacional, una de las grandes obsesiones de la banda terrorista y sus dirigentes.

«Llamativa»

El anuncio, ayer reiterado, del titular de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, de que la banda podría intentar una acción «llamativa» como pudiera ser el secuestro de una persona relevante es fruto del análisis de esos documentos. Esos papeles, no obstante, no hablan específicamente de un secuestro, si bien los analistas de las fuerzas de seguridad apuntan a esa hipótesis como una de las más probables. La otra gran 'ekintza', según los informes, sería un gran atentado con coche-bomba contra un edificio oficial como un ministerio o una casa cuartel o comisaría.

Los documentos de los servicios de Información señalan que, como ya ocurrió en los preámbulos de la presidencia española de 2002, la banda, que no atenta desde hace cinco meses, se encuentra en un período de inactividad para acumular fuerzas.

Esos informes, no obstante, subrayan, como ya explicó el ministro, que ETA se encuentra en una situación de mucha mayor debilidad que hace nueve años, cuando logró movilizar, al menos, a cinco comandos diferentes para su ofensiva durante la presidencia en busca de notoriedad más allá de las fronteras españolas.

Aquella campaña se saldó con catorce atentados (hubo ataques en cada uno de los seis meses) en Vizcaya, Guipúzcoa, Madrid, Pamplona, Málaga, Zaragoza y Santander.

Además, los expertos del Ministerio del Interior destacan en sus informes que la banda, sumida en un debate interno sobre la utilidad de la vía violenta, no parece partidaria de lanzarse a una cadena de intentos de asesinatos (que no serían «asumibles» por la izquierda 'abertzale' violenta), tal y como hizo en 2002 cuando intentó matar a cinco personas, entre ellas al hoy diputado socialista Eduardo Madina o la edil Esther Cabezudo, y consiguió asesinar a al único concejal del PSE en Orio, Juan Priede.

Ante este panorama, los analistas de los servicios de Información de la Guardia Civil y del Cuerpo Nacional de Policía creen que la única acción viable para ETA sería un secuestro en el País Vasco. Las fuerzas de seguridad sostienen que ETA mantiene activos al menos dos 'taldes' -con capacidad de actuar en Euskadi y Navarra y sus comunidades limítrofes- y una estructura difusa en Madrid.

Plan de Protección

Tras el descubrimiento de las intenciones de ETA, el secretario de Estado para la Seguridad, Antonio Camacho, activó ayer el denominado nivel 2 (de cuatro escalones) de alerta antiterrorista, que está dirigido a neutralizar y abortar un «probable atentado».

Según informó el Ministerio del Interior en una nota oficial, además del peligro real de un gran atentado de ETA, el aumento de la alerta también está relacionado con el intento de un terrorista islámico la semana pasada de hacer explotar un avión en pleno vuelo.

El departamento que dirige Pérez Rubalcaba señaló que este Plan de Protección y Prevención Antiterrorista, que fue revisado en junio de 2009, tiene como objetivo principal «evitar todo tipo de actos que puedan perturbar el normal y pacífico desarrollo» de los actos relacionados con la presidencia y garantizar la «seguridad de los ciudadanos».

Junto a Antonio Camacho, el director general de la Guardia Civil y la Policía Nacional, Francisco Velázquez, es la persona que decidirá hasta cuándo se mantendrá la alerta antiterrorista. El director será informado diariamente de la evolución de la amenaza y el será el que propondrá al secretario de Estado de Seguridad si se aumenta al último nivel o si se reduce.

Instalaciones sensibles

Además de redoblar la protección en instalaciones sensibles como aeropuertos, puertos, centros comerciales, lugares de alta concentración de personas y plantas energéticas, la seguridad en la capital de España, donde se desarrollarán algunos actos centrales de la presidencia, ha sido reforzada con decenas de agentes de las Unidades de Intervención de la Policía (UIP) llegados de otros puntos de España.

Desde hace dos semanas, los funcionarios realizan controles aleatorios a las entradas y salidas de la capital, además de en estaciones de transportes y aeropuertos.

Otras ciudades que acogerán eventos importantes ya tienen diseñados planes especiales de protección contra ETA, aunque en algunos casos todavía no están plenamente activos.

Se trata de, entre otras localidades, Barcelona, Granada, Zaragoza, Gijón, Mérida, Sevilla, Toledo, Córdoba, La Granja, Cádiz, San Sebastián, La Coruña, Cádiz, Palma de Mallorca, Málaga y Valencia.