El Manhattan del desierto
Actualizado:Dos milenios antes de que Nueva York comenzara a dibujar su 'skyline', los rascacielos yemeníes ya se habían alzado contra el cielo y la ley de la gravedad. El país ribereño de los mares Rojo y Arábigo cuenta con el reconocimiento de la Unesco, que ha declarado patrimonio universal buena parte de su herencia arquitectónica. Tan sólo en el recinto de la ciudad vieja de Sanaa hay catalogados cientos de edificios de adobe que llegan a alcanzar los treinta metros de altura y de cinco a nueve pisos. Pero el verdadero Manhattan del desierto se encuentra en Shibam, en el interior.
La ciudad, dotada de una muralla también protegida, cuenta con medio millar de rascacielos construidos con ladrillos de barro, la mayoría de los cuales se erigieron en el siglo XVI dando lugar a una apretada retícula urbana erigida en mitad del desierto.