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Los vecinos de Las Pachecas, uno de los núcleos más afectados, han tenido que trasladarse en barca debido a las grandes inundaciones. :: CRISTÓBAL Muchos coches y animales han terminado siendo arrastrados por la riada. :: CRISTÓBAL La presa de El Portal presentaba ayer este aspecto. :: CRISTÓBAL Los afectados intentan salvar lo que pueden de sus casas. :: CRISTÓBAL Los objetos mojados se apilan en el interior de las viviendas. :: C. O. Transitar por esta zonas resulta imposible. :: CRISTÓBAL
Jerez

Sin tregua en la zona rural

Los vecinos se preparan ante la previsión de nuevas lluvias y subidas de caudal del Guadalete; el agua alcanzó metro y medio de altura en varios puntos mientras Medio Ambiente continuaba con el desembalse

ALMUDENA DOÑA admontalvo@lavozdigital.es
JEREZ.Actualizado:

Rodrigo Valle no hace más que mirar al cielo y rezar para que la lluvia le dé una tregua. Su negocio, la venta Cartuja, está situado junto a la barriada rural de Lomopardo y ha sido uno de los grandes damnificados por el temporal. Rodri, como así le conocen, no exagera cuando asegura que el agua le llega ya a la cintura, pues el restaurante alberga una balsa de metro y medio de altura.

Desde que la pasada Nochebuena el río se desbordó, todo ha ido de mal en peor, y en estos momentos el local apenas si puede ofrecer comidas. El bar de la planta de arriba, eso sí, permanece abierto para vender pan o chacina, pero la cocina ha tenido que cerrar a cal y canto ante los daños sufridos. «Hemos tenido que anular todas las comidas de empresa y las mesas que estaban reservadas -se lamenta el afectado- y lo que tememos es que dan agua otra vez».

Y así es. Aunque ayer el día transcurrió algo más tranquilo en lo que a precipitaciones se refiere, a partir de hoy se prevé un empeoramiento progresivo del tiempo, por lo que todo apunta a que los vecinos pasarán más días en alerta y noches en vela ante la posibilidad de que la lluvia les juegue otra mala pasada.

Muchos piensan, no obstante, que nada puede ir a peor, pues cabe recordar que casi una treintena de familias de toda la zona rural de Jerez han tenido que ser desalojadas y permanecen en casas de familiares o en centros sociales. Una situación que no se solventará al menos en quince días, dado el deterioro de los inmuebles y los daños causados por el temporal, que ha provocado incluso la muerte de algunos animales que no han logrado sobrevivir a la riada.

Desesperación

En otras barriadas, como en Las Pachecas, los vecinos tampoco se muestran optimistas. Antonia Romo que confiesa que pide en sus oraciones continuamente que «esto no vaya a más». Y es que Medio Ambiente continuó durante todo el día de ayer con las labores de desembalse del Guadalete, lo que contribuía de forma proporcional a la inundación de estos núcleos poblacionales del Jerez rural.

«Mucha gente está en el centro social -explica Antonia- y aquí tienen sus camas y sus neveras, pero para ir al baño tienen que acudir a casa de vecinos o familiares. Están atendidos, pero evidentemente no es lo mismo que si estuvieran en su propia casa». En El Portal la relativa tranquilidad que se vislumbraba ayer se vio alterada por la rotura de la presa, como informó una vecina, Isabel García, que confesaba su inquietud por el día de hoy, cuando la meteorología volverá a hacer de las suyas.

En La Greduela, María José Tejero reconocía su «desesperación» ante una situación de la que no saben cómo salir airosos. «Hay cinco casa anegadas; hemos puesto cuatro bombas y cinco motores y nos estamos gastando un dineral en gasóil, porque con los 200 litros que nos da el Ayuntamiento no tenemos ni para empezar. Llevamos cinco días con esto y cinco noches sin dormir».

Aunque las precipitaciones fueron moderadas, ayer hasta quince carreteras de la provincia permanecieron cortadas, de las que seis pertenecen a la comarca de Jerez. En concreto, se trató de la Arcos-Granadilla; la carretera de Las Mesas; la de Puerto Real-La Ina; Torrecera-Paterna; carretera de Macharnudo y carretera de La Ina, algunas de las cuales se cortaron en su totalidad mientras que en otras se paró el tráfico por tramos.

A diferencia del resto de la provincia, cuyas vías volverán a la normalidad en principio mañana miércoles, en lo que se refiere a Jerez todo dependerá del nivel de descenso del río Guadalete.

Daños en el campo

Los perjuicios causados por las fuertes lluvias y el viento no han afectado únicamente a las viviendas de la zona rural, sino también a las cosechas, lo que supone el sustento de la inmesa mayoría de estas familias. A pesar de que todavía es pronto para cuantificar los daños, según la organización agraria Asaja los cultivos de cítricos, cereales, remolacha, patatas, flor cortada, alfalfa, olivar y zanahorias han sido los más castigados.

En cuanto a la ganadería, el colectivo subraya que los destrozos son «cuantiosos» por la escapada de animales y el deterioro de infraestructuras, recordando que éstas no han mejorado desde las grandes riadas de 1996, a raíz de las que se empezó a demandar el azud de El Portal, que por cierto aún no ha sido construido.

Por todo ello, desde Asaja no pueden más que mostrar su «descontento por la imprevisión de los políticos, que tras trece años no han procurado un buen mantenimiento del río». En esta misma línea se expresó el Partido Popular, que reclamó actuaciones urgentes y definitivas como la construcción de un aliviadero junto a la depuradora de El Portal, que acabe con las crecidas descontroladas del río.

Además, los populares recordaron que las partidas presupuestarias previstas para estos trabajos por la Junta de Andalucía de 2007 y 2009 no se han ejecutado y no se consignó dinero alguno en 2008, como tampoco se contempla para 2010. Junto a esta consideración, el PP no dejó escapar la ocasión para urgir al gobierno local a que firme un convenio con la Administración autonómica orientado a la recuperación y puesta en valor del Guadalete, que incluya también unas obras específicas para su limpieza y su mantenimiento.

En lo que respecta a las incidencias registradas a nivel provincial, Cádiz se sitúa una vez más a la cabeza de la lista en toda Andalucía. De hecho, la intensidad de las lluvias que se han registrado en los últimos días ha dejado marcas pluviométricas históricas, como el caso de Grazalema, en plena serranía gaditana, donde se han recogido 709,5 litros por metro cuadrado desde el lunes 21 de diciembre hasta el pasado domingo.

Aunque esta zona está considerada la de mayor pluviosidad de España, las lluvias están siendo especialmente intensas en el actual año meteorológico -que comienza el 1 de septiembre-, pues desde esa fecha se han acumulado en toda la sierra 1.236 litros por metro cuadrado, un 60% más que la media histórica en dicho periodo.

Además, en Algeciras cayeron 400 litros por metro cuadrado, y en otras ciudades andaluzas como Torremolinos, Marbella o Granada se registraron 322, 308 y 248,5, respectivamente. En Almería, la provincia andaluza con menor pluviometría, desde la pasada semana se han contabilizado hasta 415 litros por metro cuadrado en Laujar, en la falda sureste de Sierra Nevada; 187 en La Mojonera o 93 litros en la capital.

Carreteras cortadas

Además de las vías que se han cortado en la provincia de Cádiz, se ha impedido el tráfico rodado en numerosas carreteras andaluzas, una de ellas perteneciente a la red de carreteras nacionales: la N-323A, en Campotéjar (Granada). En la provincia granadina dos viviendas han sido desalojadas al derrumbarse parte de un cerro en la localidad de Belerda de Guadix como consecuencia de las lluvias, si bien nadie ha resultado herido.

Por otra parte, la alcaldesa de San Martín del Tesorillo, en el término municipal de Jimena (Cádiz), Belén Jarillo, indicó ayer que solicitará la declaración de zona catastrófica para las vegas de naranjas del municipio. Jarillo explicó que «los daños han sido cuantiosos» y señaló que es «evidente el perjuicio económico» que se ocasionará a los agricultores.

Una consideración que también podrían solicitar las barriadas rurales jerezanas, como ya ocurrió en 2008 cuando así fueron declaradas debido a los daños sufridos por el temporal.