¡Todos a la calma!

QIETO todo el mundo! ¡Qué no se mueva nadie, todo el mundo en el sofá! Sí, es un golpe de estado en toda regla, quiero derrocar al 'status quo' que ha imperado este año. Restan cuatro días para rematarlo y creo que ya tenemos demasiadas noticias con pedigrí de efeméride. Tanto a nivel local, regional, nacional como internacional. La última, la del ingenioso ingeniero nigeriano (y no es un trabalenguas) que llevaba un huevo 'kinder' con sorpresa explosiva en el equipaje de mano, de pierna, para ser más exactos.

A ver si hacemos un esfuerzo colectivo y nos estamos tranquilitos estos cuatro días postreros. Más que nada, para que los compañeros que trabajan en los suplementos y los programas que se dedican a hacer el repaso del año, puedan cerrar las ediciones de una santa vez.

Así que si usted tiene bajo su responsabilidad algo que pueda explotar, contagiar, estallar, descarrilar, alunizar, aterrizar, quebrar, incendiar, revolucionar a las masas, o alterar el orden establecido de alguna de las maneras, ponga los cinco sentidos en su trabajo.

Nos merecemos una despedida tranquila, una semana para que Dios pueda hacer como que existe, por lo menos. Es más, pediría a los redactores jefes de los medios de comunicación que dejaran las noticias referidas a la recuperación económica para los primeros días del año nuevo. Piensen que la moral de la tropa está en reserva desde hace muchos meses, y este fin de semana no ha habido jornada de liga, y queramos o no, es un día más para pensar en lo mal que estamos. La peonada necesita empezar el año, mínimo, con un alegrón por semana, de lo contrario, van a matar más los periódicos que los paquetes de tabaco. Y si hay algún cantante o actor famoso que tenga pensado emular a Michael Jackson y morirse a primeros de año, que aguante hasta febrero, o marzo, mejor, con la primavera asomándose por los capullos de las flores, estos trances se relativizan mejor. Pasen buen día.