Polanski está «conmocionado» por los apoyos

Roman Polanski ha abierto la boca después de que una vieja orden de arresto de Estados Unidos lo enredara en septiembre en una maraña judicial por haber mantenido supuestamente relaciones sexuales con una menor en los años 70. Confinado en su domicilio tras pagar tres millones de euros de fianza, el director franco-polaco se declara «conmovido» por las muestras de apoyo que sigue recibiendo. Polanski ha hecho estas declaraciones -las primeras desde su detención- en una carta dirigida al filósofo francés Bernard-Henri Lévy que ha sido difundida ayer en su sitio web, Laregledujeu.org.

Desde su chalet en Gstaad (Suiza), el realizador envió una carta de agradecimiento a Lévy, que transmite su contenido a petición de Polanski. «Es verdad lo que ha dicho usted, querido Bernard-Henri Lévy, en sus intervenciones en la prensa suiza, yo mismo estoy conmovido por la cantidad de testimonios de simpatía y de apoyo que he recibido en la cárcel de Winterthur y que sigo recibiendo aquí», afirma el cineasta.

Polanski pasa en su casa de la localidad suiza de Gstaad las fiestas navideñas con su esposa y sus hijos, donde recibe mensajes de personas de todo el mundo.

«Me gustaría poder decir a cada uno de ellos el bien que eso hace cuando uno está encerrado en una celda, oír cada mañana, al recibir el correo, ese murmullo de voz humana y de solidaridad», explica Polanski. «Cada una de sus palabras han estado para mí, en los momentos más sombríos -y lo son todavía en mi actual situación- llenas de confort y de motivos para la esperanza», agrega en la primera comunicación pública del director desde su detención.

Y añade: «Quisiera responderles a todos. Pero es imposible, son demasiados. ¿Tiene usted idea de cómo podría hacerlo? No sé, le dejo hacer» (lo que quiera), añade el director y actor. Bernard-Henri Lévy ha denunciado públicamente en varias ocasiones un «ensañamiento de los jueces estadounidenses» contra el director.