Es noticia:
ABCABC de SevillaLa Voz de CádizCádiz
El dibujante Carlos Giménez, entre sus herramientas de trabajo, en su estudio. :: AGENCIAS
Sociedad

Historias de España

Carlos Giménez, autor de 'Paracuellos', repasa en viñetas los acontecimientos más importantes del país

MIGUEL LORENCI
MADRID.Actualizado:

Es el único dibujante de historietas propuesto al premio Príncipe de Asturias de la Artes. Carlos Giménez (Madrid, 1941), peina canas que recoge en una pequeña coleta. Risueño y satisfecho recorre la muestra que repasa estos días la historia reciente de España a través de la carrera de este superviviente. «Un amigo dice que yo inventé el concepto de memoria histórica, sin saber que se llamaba así» bromea Giménez, que lleva tres décadas dibujando unas conmovedoras historias con base autobiográfica que lo acreditan como uno los creadores más respetados del mundo del cómic. Ocurrió cuando dejó de dibujar por encargo para centrarse en 'Paracuellos', un relato tan tierno como estremecedor de su paso por los orfanatos de Auxilio Social en la década de los cuarenta que ha dado la vuelta al mundo.

«Aún me dicen que es imposible que sea verdad lo que relato» explica Giménez mientras pasea por el patio de la Escuela Julián Besteiro de Madrid (Azcona, 53) en la que se exponen sus viñetas hasta finales de enero. «Son un repaso de la historia de España, de la posguerra a la transición a través mi trabajo» dice el autor de 'Paracuellos', 'Rambla arriba, Rambla abajo' y las series 'Barrio', '306-39. Malos tiempos' y 'España Una, Grande y Libre', con las que se consagró como dibujante más importante de las últimas décadas.

El suyo es un oficio no muy bien pagado en el que España brilla a gran altura «Importamos durante mucho tiempo obras de Estados Unidos, Francia y Reino Unido realizadas por españoles. Hemos dado y damos tan buenos dibujantes como guitarristas» asegura. Él se gana bien la vida ahora, «pero apenas hay publicaciones». La crisis agobia a las editoriales y el mudo del tebeo está desapareciendo. No hay revistas en los quioscos y apenas hay nada en las librerías.

Queda el reducto de la tienda especializada que vede poco y en tiradas bajas», lamenta. No cree que Internet cambie las cosas.

«Fui pionero en colgar una historieta de pago en la Red. Fue un tremendo fracaso. El lector de tebeos, y en especial, el coleccionista, quiere una edición bien hecha».

Madrileño del castizo barrio de Embajadores, tras la muerte de su padre y con su madre enferma de tuberculosis, fue internado en un colegio del Auxilio Social. Asegura que «dibujar atenúa el dolor». «Tu cabeza se libera. Todo lo que has contado en las viñetas dejas de contarlo de palabra. Lo exorcizas», dice. «Todos los niños de la guerra y la posguerra, como yo, tuvimos una vida muy dura. No digamos si se trata de la vida en un colegio de corte falangista que era un pequeño campo de concentración». «Mis amigos me invitaban a contar la vida terrible de aquel centro, pero no pude dibujarlo y publicarlo hasta la Transición. Cuando Tejero intentó el golpe yo estaba con Paracuellos» explica Giménez, que asegura que «el tema central de mi obra es la injusticia». «Es una de las preocupaciones generales y de las atrocidades de la vida, como la desigualdad y el abuso. No hay mas temas» resume.

Encargos

Peregrinó por varios centros hasta que a los catorce volvió a su barrio y se colocó de aprendiz en un taller de cerámicas. Sus dotes para el dibujo lo convirtieron en ayudante de López Blanco.

Fichó luego por la agencia 'Ibergraf'. Ilustró por encargo 'Curiosidades', las tiras 'Drake & Drake' y 'Buck Jones'. Luego tuvo la oportunidad de realizar 'Gringo', serie del Oeste que publicó en más de 20 países. Con 'Delta 99', experimentó nuevos temas y afianzó su estilo característico hasta consolidar su madurez con 'Dani Futuro' y 'Hom'.

«Como ayudante de López Blanco, hacía las aventura del FBI. Luego acepté mucho trabajo de encargo. Cuando me sentí seguro empecé con mis propios temas. La historia del Oeste y la Ciencia Ficción ya no me interesaban tanto. A mediados de los 70 podía dar mi visión del mundo» explica.

Giménez prefiere habla de tebeos e historietas. Cree que «novela gráfica sería una buena denominación si no se se hubiera acuñado a destiempo y para hacer tebeítos muy baratos, pequeñitos y muy cacas». Lee cada vez menos tebeos y admite que «cada vez me interesan menos».