LOS GRANDES PACTOS QUE NO LLEGAN
Actualizado:Retomo un asunto tratado por quien suscribe meses atrás en estas mismas páginas. Muchos vaticinaban que el turismo iba a conseguir regatear la crisis. El tiempo, sin embargo, ha acabado demostrando que, a pesar de que sigue siendo uno de los grandes motores de la economía, también está seriamente tocado. El sector, que supone ni más ni menos que el 10,7% del PIB nacional, reclama soluciones urgentes. Exceltur, por ejemplo, proponía una al estilo griego, con tasas aéreas pospuestas, bajada de impuestos sobre ventas, reembolso del IVA, préstamos para liquidez e inversiones, turismo social, apoyo al empleo y aumento de la promoción. Y veía en esta crisis una oportunidad para un gran acuerdo de Estado entre Gobierno, partidos, comunidades autónomas, ayuntamientos, empresarios y sindicatos.
Todo eso está muy bien. No cabe otra que formalizar un gran acuerdo entre todos los agentes implicados. Y Jerez, a nivel local, también debería hacerlo. Es lo que decía entonces y lo que continúo manteniendo. Los propios hoteleros de la ciudad dieron con la clave tiempo atrás al señalar que la ciudad tiene que posicionarse decididamente como un destino de segunda línea de playa. Esto implica, entre otras muchas cuestiones, aprovechar el tirón de la tradicional oferta de sol y playa de la provincia para ofrecer 'algo más', único, exclusivo y diferente al de otros destinos.
El flamenco, los caballos y el vino son argumentos más que sólidos y atractivos para posicionarse en esa línea.
Pero está visto que Jerez no es precisamente un modelo en lo que a grandes pactos para asuntos importantes se refiere. Sobre todo de un tiempo a esta parte. Los ejemplos se suceden. Ahí está, por ejemplo, la Mesa de Concertación Social, de la que nada se sabe y, lo que es peor aún, ni se la espera, a pesar del gravísimo problema de paro que padece la ciudad. Sindicatos y empresarios culpan al Ayuntamiento de no convocarla y avisan de que no están dispuestos a seguir siendo simples figurantes en fotos vacías de contenido. Hay otro ejemplo también reciente. En este caso a raíz del ya famoso Plan de Viabilidad del Consistorio. Se apelaba al consenso y al apoyo político y sindical y resulta, sin embargo, que la oposición (toda) no lo apoya, entre otros motivos, porque dice que ni siquiera se han dignado a facilitarle toda la documentación sobre el mismo.
Todo ello no hace más que alimentar el clima de confrontación que desde hace tiempo caracteriza a esta ciudad. En el próximo Pleno volveremos a comprobarlo. Ya hay varios colectivos que han dicho que volverán a hacerse notar durante su celebración. Entre ellos, el sindicato mayoritario de la Policía Local, el SIP, que, eso sí, haría bien si, en lugar de dedicarse a despotricar prácticamente a diario de los gobernantes locales, buscase otras fórmulas para reivindicar mejoras en el Cuerpo. Las formas son a veces tan importantes como el fondo. Unos y otros deberían tenerlo más en cuenta.