Incendio en el verano austral

Una serie de incendios forestales en más de 1.500 hectáreas de la zona central y en el sur de Chile, alcanzaron ayer al menos a unas diez viviendas que debieron ser desalojadas, situación que el Gobierno ha calificado de "preocupante".

Unas 1.000 personas, entre efectivos de Bomberos, personal municipal, Policía y de la Corporación Nacional Forestal (Conaf) trabajan para combatir las llamas por aire y tierra, aunque las autoridades han anunciado que van a enviar más refuerzos.

La labor se ha hecho difícil por el calor del verano austral, los pastizales secos y los fuertes vientos, que aceleran el avance del fuego. La Policía ha detenido a un hombre de 45 años, presunto autor de algunos de los incendios.