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:: MIKEL CASAL
Economia

Un empresario de alto riesgo

La patronal se encuentra en una encrucijada de difícil salida, con el líder acuciado por los problemas de sus negocios Gerardo Díaz Ferrán Presidente de la CEOE y de la aerolínea en quiebra Air Comet

E. GARCÍA / M. J. ALEGRE
MADRID.Actualizado:

Emprendedor frente a tecnócrata. El relevo que colocó a Gerardo Díaz Ferrán (Madrid, 1942) al frente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) fue recibido por muchos como la superación de las carencias de José María Cuevas, su antecesor, quien nunca arriesgó dinero en sus propios negocios. Pero Díaz Ferrán ha demostrado ser justo lo contrario, un experto en altos riesgos, con empresas en el filo de la navaja, denuncias por incumplimientos y acumulación de deudas. Como remate, los impagos han privado a su compañía aérea Air Comet de la licencia para volar, y el Gobierno ha tenido que acudir al rescate de miles de viajeros de escasos recursos dejados en tierra en plenas fiestas de Navidad. Todo un estigma para un empresario que desarrolla gran parte de su actividad en el sector turístico.

CEOE se encuentra en una encrucijada de difícil salida, porque la credibilidad de su presidente se evapora, y con ella la posición de los empresarios en las próximas mesas del diálogo social. Las declaraciones que miembros del Gobierno y dirigentes sectoriales han realizado en las últimas jornadas admiten más de una lectura. Las posiciones aparentemente neutrales llevan cargas de profundidad, y empiezan a aparecer grietas en los apoyos unánimes.

Al Ejecutivo no le gusta Díaz Ferrán, a quien considera culpable del fracaso de los primeros intentos de concertación promovidos en la actual legislatura por el presidente Zapatero. La foto de un acuerdo tripartito, que hubiera contribuido a restaurar la confianza entre consumidores e inversores, no se produjo por la cerrazón del líder de la patronal, acusan fuentes gubernamentales.

Parecida es la posición de los sindicatos, que si bien se declaran respetuosos con la autonomía e independencia de los órganos de gobierno de CEOE, reconocen que es «incómoda», de «resultados imprevisibles» y está «cargada de riesgo» una negociación institucional que, en los difíciles momentos actuales, ha de emprenderse con un líder empresarial que ha perdido credibilidad porque debe salarios y acumula años de impago en las cotizaciones sociales.

Las organizaciones empresariales piensan de modo bien distinto. Aunque Díaz Ferrán llegó a la cúpula de CEOE por designación de su antecesor, logró el refrendo de su autoridad al cambiar los estatutos de la organización y convocar elecciones anticipadas. En abril de 2009 la asamblea general le ratificó como presidente sin votos en contra. Desde entonces, muchos hombres de negocios comparten la idea de que, en momentos de dura crisis, el presidente de la patronal -que habla desde la propia experiencia de los problemas más acuciantes- defienda con dureza los cambios que más pueden favorecerles en las relaciones laborales.

Resistencia

Desde el Ejecutivo, si bien la vicepresidenta primera y el ministro de Trabajo, entre otros, han recordado que corresponde al ámbito empresarial decidir el futuro de Díaz Ferrán como líder de los empresarios, el Ministerio de Fomento ha sacado a la luz los episodios de mala gestión y escasa voluntad de entendimiento que, según su versión, han impedido que se llevara a cabo un «cierre ordenado» de la aerolínea y minimizado el perjuicio para los pasajeros.

Los empresarios, de forma oficial, cierran filas en torno a su presidente. El 16 de diciembre, pocos días antes de que estallara el caso Air Comet, los vicepresidentes, la comisión ejecutiva y la junta directiva de CEOE le reiteraron de forma unánime su apoyo cuando puso el cargo a disposición de los representantes de las organizaciones. Reforzado por este respaldo, Díaz Ferrán declaró que no corresponde a «los periodistas ni los médicos ni a los funcionarios ni a los partidos políticos» decidir su futuro en la CEOE. E insistió en que únicamente los empresarios tienen la palabra. «Ser presidente de la patronal me cuesta dinero y tiempo, pero es un honor y no me voy a rendir», fue uno de sus mensajes a amigos y enemigos.

«Inestabilidad»

Sus palabras recabaron numerosos apoyos. Y si hubo pronunciamientos a favor tan esperables como el de su cuñado, el presidente de la patronal madrileña, Arturo Fernández, las muestras de aliento también han procedido de opositores como el dirigente de las pymes, Jesús Bárcenas, con quien mantiene serias discrepancias desde el inicio del mandato. O de líderes y organizaciones menos comprometidos, como el presidente de Confebask, Miguel Lazpiur, quien niega que las dificultades empresariales de Díaz Ferrán «estén generando inestabilidad en el conjunto».

Pero una cosa es solidarizarse con sus problemas y otra, bien distinta, exponerse a sufrir las consecuencias. Por eso hay líderes de compañías que -por el momento sólo en privado- ya transmiten su preocupación por las secuelas que los problemas de Díaz Ferrán puedan acarrear para el proceso de diálogo social previsto para el arranque del año. Y, con la vista puesta en la reunión de la junta directiva convocada para el 20 de enero, desde algunas comunidades autónomas se anima a los dirigentes territoriales a dar un paso adelante para desbancar a Díaz Ferrán .

El presidente de la Junta, José Antonio Griñán, ha invitado al presidente de la Confederación Andaluza (CEA), Santiago Herrero, a postularse como sucesor.