Pascua de la Navidad
Actualizado:Llegaron los días grandes de la Luz De Dios sobre todos los hombres. Una Luz que jamás podrá ser apagada, acallada o sometida, porque la promesa de la Salvación así lo quiso. Puede que los hijos de las tinieblas sean más sagaces que los hijos de la luz, pero eso no significa necesariamente su triunfo. La Luz de Belén nos hay convocado de nuevo a reflexionar sobre los grandes misterios de la Fe, sobre todo lo que puede haber detrás de los máximos interrogantes de la existencia: el mal, el pecado, el dolor, la miseria, el triunfo de la maldad humana sobre la bondad.no pueden ser entendidos sin asumir previamente el gran misterio de Dios sobre los hombres en forma de humana salvación, venido al mundo en Belén de Judá, hace ya mas de dos mil años. Ese momento, lo quieran o no los nuevos apóstoles de la neopaganización europea y mundial, cambió la historia de la humanidad, y todas sus consecuencias constituyen el único y último bastión contra la decadencia del espíritu, la demoníaca actuación de tantos humanos, la negación del hombre sobre sí mismo y el triunfo de la muerte sobre la vida. Dios es quien nos ha dado el regalo de Belén en la persona de Su Hijo, para que se cumpla el sentido último de la historia. "Creer en Dios-escribía Ludvig Wittgenstein entre 1914 y 1916- significa ver que la vida tiene un sentido". Un sentido que alcanza a cada alma individual, a cada hombre y mujer individuales, únicos e irrepetibles en todo el decurso de la historia. De ahí que la rebelión y el combate del nihilismo sea también el combate del colectivismo amorfo y gregario contra la individualidad de cada "anima", destinada a condenarse o salvarse. En ese combate, que Europa y el mundo libran hoy contra silenciosas pero efectivas fuerzas, se juega también la suerte de la salud de cada hombre y mujer. Ya Carl J. Jung diagnosticó en su momento la pérdida del sentido de la vida como una causa principal del aumento de la neurosis-el sufrimiento del alma despojada del sentido-convertida en enfermedad social. En esta Navidad que ya vive su Pascua gozosa y esperanzada, la Luz del Portal viene de nuevo a iluminar el camino de la salud y la salvación.