ESPAÑA

Los partidos soslayan la llamada al consenso del monarca

El PSOE cree que el jefe del Estado avala la política económica del Gobierno y el PP afirma que siempre ha estado dispuesto a colaborar

MADRID. Actualizado: Guardar
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Si el Rey pretendía hacer recapacitar a los partidos políticos sobre las actitudes mantenidas a lo largo de este año, sirvió de poco. Ni una sola de las formaciones con representación en el Congreso se dio por aludida y casi todas interpretaron las palabras del monarca como un aviso dirigido a 'otros'. La portavoz de guardia del PSOE, Elena Valenciano, se quedó con las menciones a la creación de empleo y retos del futuro; «exactamente -dijo- la guía que anima el trabajo del Gobierno». El responsable de Comunicación del PP, Esteban González Pons, se centró en la llamada a la responsabilidad y la colaboración. «Con nosotros -alegó- siempre se puede contar».

Los socialistas han defendido a lo largo del último año que la situación económica por la que atraviesa España no es tan catastrófica como para intentar, como se demandaba desde algunos sectores sociales, un gran acuerdo similar al que en 1977, unió a todas las formaciones políticas; aquellos Pactos de La Moncloa orquestados por Enrique Fuentes Quintana con el fin de restablecer en corto período de tiempo los equilibrios económicos, contener la desorbitada inflación, reducir el desempleo y mejorar la situación de la balanza de pagos.

Quizá por eso, Valenciano soslayó toda referencia a «los consensos» en el discurso del jefe del Estado, que apeló precisamente al pasado con un significativo «sabemos cuál es el camino a seguir».

La dirigente socialista reconoció que el monarca centró su atención en los problemas reales del país, pero en una breve intervención en la sede del PSOE subrayó tan sólo un par de cuestiones como el deseo de que los tres cooperantes españoles secuestrados en Mauritania sean pronto liberados o la exigencia de honradez en el comportamiento público. «Una de las herramientas de trabajo fundamentales para los responsables políticos», concedió.

También el popular González Pons se refirió a esta demanda. Y la ventiló con una frase: «El Rey pidió honradez a los políticos; con nosotros -insistió- siempre se ha podido contar». Eso, el alarde de buena disposición, fue el leitmotiv de toda su valoración. Defendió así que su partido ha colaborado, como reclamó Don Juan Carlos, siempre que se le ha pedido y «sin necesidad de que se le pidiese». Pero también dejó claro en qué consiste, según su criterio, trabajar de manera conjunta. «Pondremos sobre la mesa nuestras soluciones», dijo. «Y donde haya que cubrir errores y carencias del Gobierno, el Partido Popular también estará».

El vicesecretario de Comunicación no quiso desaprovechar la ocasión para ejercer su posición crítica contra el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero y para atizar aun con la mano tendida. «Es necesario el consenso en política exterior porque los errores del Gobierno en los últimos meses han sido muchos», añadió. «Anoche el Rey pidió unidad, diálogo y compromiso bajo el amparo de la Constitución y con eso demostró que está al cabo de la calle, de lo que los españoles sienten, necesitan y piensan».

Los críticos

No todos lo ven así. En las referencias a la Carta Magna, el portavoz de CiU en el Congreso, Josep Antoni Duran i Lleida, quiso leer la aceptación del 'Estatut' de Cataluña y en la exigencia de independencia y respeto hacia las instituciones un reproche a PSOE y PP que son, dijo, quienes «se pelean por el poder» en órganos como el Consejo General del Poder Judicial o el Tribunal Constitucional «dejándolas al margen y desgastándolas». El político nacionalista sí cogió el guante del consenso en lo que a un pacto de Estado en materia laboral se refiere, pero tampoco ahorró el azote al Gobierno. «No puede olvidarse que la política más antisocial es aquella que, como en el caso español, genera la tasa más alta de desempleo de España», concluyó.

El coordinador general de IU, Cayo Lara, puso el acento en lo que cree unas ausencias inexcusables en las palabras del monarca. A su juicio, no sólo debería haber hablado de la crisis sino que además tendría que haber mencionado las causas y a sus culpables. Y también tendría que haber mencionado, adujo, la situación del Sáhara Occidental.

El portavoz del PNV, Josu Erkoreka, se limitó a calificar el discurso de «candoroso ejercicio de fabulación», poco ecuánime, y dijo haber echado en falta un recuerdo al 'Alakrana'. «También nosotros queremos paz, concordia, recuperación económica y resolución del paro, pero no porque lo deseemos o porque lo exprese así el Rey en Nochebuena va a ser realidad, desafortunadamente», apuntó el portavoz del PNV.