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Tres pantanos abren compuertas al quedarse pequeños con las lluvias
La crecida del Guadalete sumerge bajo el agua los 7 kilómetros de senderos que rodean el río a su paso por Arcos y que se abrieron hace un mes
TEMPORAL. Actualizado: GuardarTres pantanos de la provincia, el de Arcos, Bornos y Los Hurones comenzaron ayer a desembalsar agua tras completar su capacidad como consecuencia de las intensas precipitaciones registradas en la provincia durante los últimos días, según confirmó la Consejería de Medio Ambiente. La apertura de compuertas comenzó el pasado viernes en la presa del Fresnillo, en Grazalema, que tuvo que aliviar agua al superar su límite.
Las intensas lluvias acumuladas en los últimos días también han permitido activar el trasvase desde el río Guadiaro hasta el Majaceite, para enviar unos dos millones de metros cúbicos diarios desde Cádiz a la zona de la Costa del Sol.
Las precipitaciones han ocasionado en la Sierra, además de numerosas inundaciones y cortes de carreteras, una subida del caudal de los ríos. Los más de 600 litros que han caído sobre Grazalema en diciembre, en el mismo nacimiento del Guadalete, unido al agua que este río está tomando en localidades como Arcos, Zahara o Villamartín, está provocando que alcance niveles que no se producían desde el año 1997.
Uno de los efectos más destacables que se produjeron ayer fue la inundación de toda la obra de remodelación de la orilla del Guadalete a su paso por Arcos. Esta actuación se concluyó el pasado 19 de noviembre, momento en el que la consejera de Medio Ambiente, Cinta Castillo, inauguró los más de siete kilómetros de senderos que se han creado. Una inversión de 6,3 millones que ayer se encontraba bajo el agua.
La apertura de la presa de Arcos provocó este efecto de inmediato y los senderos desaparecieron en pocos minutos. Ayer por la tarde sólo se podían ver las partes más altas de algunos puentes y aquellas zonas del camino que están más alejadas del agua. No obstante, la mayor parte de los caminos, que están hechos de tierra, fueron engullidos por el agua, por lo que habrá que esperar a que baje el nivel para comprobar cómo ha afectado la inundación.
Los arcenses ya preveían que en cuanto lloviera mucho, los senderos quedarían anegados. Desde la Agencia Andaluza del Agua, encargada de subvencionar la obra, siempre se ha defendido que la actuación estaba preparada para una avenida del agua, algo que a día de hoy se cuestiona.
La famosa peña de Arcos tampoco se libró de los daños. En la zona del Algarrobo hubo un pequeño desprendimiento de piedras aunque de la parte más baja, por lo que no hubo apenas consecuencias.