El cuerpo sin vida de este jerezano de 45 años viajó en avión desde Perú acompañado de una de sus hermanas. :: J. C. CORCHADO
Jerez

«Ya le hemos llorado, y ahora por fin está en casa con los suyos»

El féretro de Martín de Porres, el preso jerezano fallecido en Perú, llegó ayer a su ciudad, y será hoy cuando se celebre su funeral

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Los momentos de más dolor ya habían pasado. Fueron la semana pasada, cuando la familia de Martín de Porres conoció la noticia de su fallecimiento por un cáncer en fase terminal en un hospital de Perú mientras esperaba que se celebrara su juicio.

Por desgracia, cuando los malos augurios se cumplieron y Martín murió estaba acompañado sólo de su hermana Loles, que se había desplazado en noviembre hasta el país andino para cuidarle y darle ánimos ante una enfermedad que se agravaba sin remedio, aunque su deterioro físico no fuera suficiente para obtener la compasión de las autoridades peruanas y la implicación real de las españolas en la petición de un indulto que no llegó nunca.

Por eso, fue ayer en torno a las 10 de la mañana cuando el resto de sus familiares vivieron en primera persona el drama que junto al cansancio se dibujaba en la cara de Loles al descender del avión acompañando al féretro de su hermano. No se separó de ella su esposo, que la noche antes había tomado un vuelo a Madrid -donde hacían escala- para esperarla y recorrer a su lado el último viaje de Martín.

El día gris y lluvioso no desentonó con el ánimo de la treintena de familiares que se agolparon en la terminal del Aeropuerto y que no pudieron contener las lágrimas cuando por fin el vuelo de Iberia aterrizó para traer de regreso a casa a este jerezano de 45 años, que fue detenido el pasado 6 de junio en Perú por un presunto delito de tráfico de drogas y que estuvo en la cárcel hasta que su grave estado lo llevó al hospital en el que murió.

Otra de sus hermanas, María Jesús, que había viajado a Jerez desde su residencia de Canarias, explicó entre lágrimas que «esto es muy duro, pero ya le hemos llorado y ahora lo que queríamos es que por fin estuviera con los suyos».

En cuanto su hermana Loles atravesó la puerta de Llegadas las dos se fundieron en un abrazo que se repitió con los demás familiares presentes. Media hora después todos se trasladaron al Tanatorio de Jerez, donde hoy se celebrará el funeral a las 9.30 horas de la mañana.

Además de las lágrimas, uno de los primos de Martín, José Jerez, que lo acompañó en Perú durante los últimos dos meses, mostraba ayer su impotencia e indignación por el injusto trato recibido por este jerezano, y llegó a acusar de «dejación de funciones» a los funcionarios públicos del Consulado de Perú y de INPE (Instituciones Penitenciarias Peruanas).

Jerez habló de coacciones, de poca humanidad y de cómo «ya no sabía qué sacarme de la chistera para tratar de animarle». Por todo ello, y como depositario de su voluntad», dejó claro que este caso llegará al Tribunal Europeo de Derechos Humanos «si hace falta» con objeto de que los presuntos culpables «no queden impunes».