JOAQUÍN CONTRA MORALES
Actualizado: GuardarAnuncia Morales (don Joaquín) que ya es pasado en el Xerez. Advierte de que algún día no muy lejano empezará a dar titulares sobre la actitud del Ayuntamiento con él en los últimos tiempos. Se trataría de un periodismo de declaraciones, el famoso y tú más. Y ya estamos otra vez, desde la poltrona presidencial del club lanzando piedras contra un Gobierno local. Esto ni es original ni es nuevo. Es la tendencia al cesarismo de todos los dueños-presidentes del Xerez. Pero es curioso, porque Morales es un dueño que, como los anteriores, en vez de pagar sus acciones al Ayuntamiento, ha recibido subvenciones. Concretamente 6 millones de euros en tres años. Con un par, y sin justificación, cuando a los clubes de base se les exigen hasta las facturas de los bocadillos de desplazamientos. Morales ha tenido barra libre, y su mérito ha sido el ascenso. Su demérito, el no haber salido dos años antes. Jugó a la ruleta-rusa, y se quedó, sin aparecer por Chapín desde el 11-E (el 0-3 ante Las Palmas en 2008). No sólo salvó al equipo gracias a Garrido, sino que lo metió en Primera gracias a Esteban. O mejor aún, el equipo hizo piña en torno a Esteban para lograr el ascenso contra Morales. Mal haría el nazareno entrando en arenas movedizas y emboscadas políticas a toro pasado. No debe olvidar que el principal proveedor de su empresa futbolística (mandase quien mandase desde) ha sido el Consistorio. Su gestión ha sido lamentable, pese al éxito del ascenso. Sin embargo, su figura, el personaje que ha creado, no ha sido tan odiado como el de Gil Silgado y el de Oliver. Sigo creyendo que a Joaquín lo derrota Morales en cada declaración pública que hace. Sigo confiando que Joaquín salga airoso diciendo «ahí os quedáis», aunque Morales el comediante pierda por enésima vez el crédito que dilapidó en aquel encierro infame y aldeano que protagonizó en el Ayuntamiento en octubre de 2006.