Las primeras cuentas de Griñán
La Junta de Andalucía verá reducida sus inversiones y tendrá menos ingresos tributarios en el segundo año de la crisis Los Presupuestos para el 2010 se aprueban con el voto en contra del PP e IU
Actualizado:Estaba cantado. Los Presupuestos de la Junta de Andalucía para 2010, el segundo año de la crisis, salieron ayer adelante sólo con el respaldo del grupo socialista, que tiene mayoría absoluta. Tal como habían anunciado, PP e Izquierda Unida votaron en contra pese a ver incluidas 53 de sus enmiendas, que deciden el destino de apenas 21 millones de los 7. 712,7 millones de euros que suman las primeras cuentas de Griñán como presidente de la Junta. Se trata de unos Presupuestos «austeros» y acorde con la recesión económica según el Gobierno. Para la oposición no son los adecuados para salir de la crisis, se basan en criterios «falsos» y dejan en la cuneta a los sectores productivos.
No son desde luego unos Presupuestos para lanzar las campanas al vuelo y tampoco los más optimistas de cuantos se han hecho hasta ahora. Pese a que plantean la creación de al menos 50.000 puestos de trabajo, la previsión de crecimiento económico para Andalucía sigue siendo negativa, -0,3%, cuando apenas hace dos años era de más del 3%. Afrontan una bajada de los ingresos tributarios del 21% y, por tanto, el capítulo de inversiones se verá reducido un 6,8% respecto al actual ejercicio. La previsto en inversión directa de la Junta es de 7.112 millones de euros.
El esfuerzo del Gobierno de Griñán, es decir de su consejera de Economía y Hacienda, Carmen Martínez Aguayo, ha estado en cuadrar este círculo adverso para que la Junta siga ejecutando obra pública que genere empleo y hacer números para que las políticas sociales, emblema de los gobiernos socialistas, se mantengan al alza.
Gasto social
De hecho se incrementan un 2,3% de manera que las partidas para sanidad, educación, vivienda y asuntos sociales como la dependencia siguen creciendo. El gasto social representa el 75% del total del gasto no financiero, estimado este en 28.267 millones de euros. También experimentan subidas las políticas de empleo y las de innovación. El resto se quedan como están o sufren un recorte.
Todo ello con la filosofía, según el Gobierno, de que los Presupuestos sirvan para apuntalar a las capas sociales más debilitadas con la crisis. Pese a la caída de los ingresos tributarios, la Junta quiere seguir promocionando obra pública e infraestructuras en favor del empleo. Ello le obliga a un mayor endeudamiento y a forzar el déficit público al máximo permitido. Estipula aumentar cerca de un 80% los ingresos por operaciones financieras.
A estas se une una fórmula novedosa en estos presupuestos: realizar obra pública con la colaboración de empresas privadas. La consejera de Obras Públicas, Rosa Aguilar, explicó hace varios días que para febrero se podrían ya adjudicar obras de infraestructuras por este sistema.
El debate sobre las cuentas para 2010 acabó ayer con el mismo desentendimiento entre el Ejecutivo y la oposición. Ni siquiera en la negociación de las enmiendas que el PSOE estaba dispuesto a apoyar de la oposición hubo acuerdo sobre el número que se votó. El PP insistió en que sólo son 53 y no 93 como dice el PSOE, ya que, según los populares, los socialistas disgregan en varias partidas una única enmienda. Sean 53 o 93 se trata de una situación insólita en los últimos años, ya que nunca el partido con mayoría clara ha aceptado tantas de la oposición.
En la exposición final que aclaraba el voto, tanto PP como IU siguieron insistieron en que son unos presupuestos inadecuados para la crisis. En opinión de Javier Arenas sólo significan «más deudas y más impuestos». Martínez Aguayo insiste en que son «austeros y prudentes» y mantienen el impulso de la actividad económica.