El ministro Corbacho, antes de la reunión que mantuvo con las asociaciones de autónomos. :: EFE
Economia

Trabajo desoye a CC OO y UGT y prevé subir un 4% el salario mínimo

El Congreso de los Diputados aprueba un primer paquete de reformas laborales que mejora la indemnización del despido

MADRID. Actualizado: Guardar
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El Gobierno desoye a CC OO y UGT , que pedían una subida del 8% para el salario mínimo interprofesional (SMI), y prevé un aumento del 4%. Argumenta que su decisión obedece al análisis de los factores que impactan en la creación de empleo, en momentos en los que el mercado laboral no se recupera. Los sindicatos lamentan la decisión y recuerdan que Rodríguez Zapatero está comprometido a terminar la legislatura con un SMI de 800 euros. El importe actual es de 624 euros al mes.

La aprobación de la subida del SMI tendrá lugar en el último Consejo de Ministros del año, fijado para el 30 de diciembre. Ese día, el Gabinete igualmente dará luz verde al proyecto de ley que permitirá a los autónomos contar con prestación de paro, según informó el titular de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, a las organizaciones más representativas del colectivo: ATA (Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos), UPTA (Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos) y CEAT (Confederación Española de Autónomos), con las que se reunió en la sede de su Ministerio.

La cobertura de desempleo de los trabajadores por cuenta propia es una reivindicación histórica que se hará realidad en 2011, puesto que antes de que los autónomos puedan cobrar su paro será preciso un periodo de carencia. Es decir, tendrán que cotizar para reunir el dinero que luego revertirá en una prestación para quienes se hayan visto obligados a cesar en su actividad.

Fondo de garantía

La propuesta del Ejecutivo es aumentar la cotización de los emprendedores de un 1% a un 2,5% progresivamente para que tengan derecho a un mínimo de dos meses de cobertura y a un máximo de seis meses. ATA es la organización más crítica con el proyecto. Su presidente, Lorenzo Amor, es partidario de que se incremente la aportación de los trabajadores para llegar por lo menos a seis meses de cobertura con un máximo de un año y poder constituir un fondo de reserva, similar al de las pensiones.

Corbacho explicó que de momento existe un «acuerdo de fondo» y admitió que el proyecto de ley está abierto a incluir modificaciones a lo largo de su tramitación parlamentaria. Amor agradeció el talante del ministro y se mostró esperanzado en que la futura norma «cumpla las expectativas de los autónomos».

El ministro, que después de entrevistarse con los representantes de los autónomos, acudió al Congreso de los Diputados, también expuso su satisfacción porque las Cortes han dado el visto bueno definitivo a una primera reforma laboral, que se inició en marzo de 2009 con un decreto impuesto por el Gobierno, después de constatar las diferencias entre empresarios y sindicatos. Aquel decreto mejoró el tratamiento de los expedientes de regulación de empleo (ERE), amplió las condiciones de aplazamiento para el pago de cuotas a la Seguridad Social, bonificó a los empresarios que contrataran a parados con prestación e impulsó las colocaciones a tiempo parcial. Apostó también por reforzar los servicios públicos de empleo.

Sin carga fiscal

El contenido del Decreto tenía fecha de caducidad, el 31 de diciembre de 2009. Tras su paso por las Cámaras, las medidas se prorrogan un año, hasta el 31 de diciembre de 2010. Además recogen, entre otras iniciativas, que las indemnizaciones por despido en los ERE no tendrán carga fiscal hasta los 45 días por año de servicio, la recuperación de la prestación de paro en los ERE intermitentes con un límite de 120 días, la revisión de las bonificaciones de fomento del empleo y la entrada del sector privado en la intermediación de ofertas y demandas laborales.

El diputado socialista Jesús Mendrado explicó que la aprobación ha sido posible gracias a la postura de varios grupos parlamentarios, sobre todo de CiU. Igualmente destacó el apoyo de IU y ERC y se alegró de que «los miedos» creados con la convalidación del decreto en proyecto de ley se hayan disipados. Entonces, CC OO y UGT vieron una puerta para la introducción de cambios profundos en el mercado laboral, entre ellos el abaratamiento del despido.