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Bendita locura en el barrio de Tetuán
MADRID. Actualizado: GuardarCon la sorpresa todavía en el cuerpo, Antonio Bonet, salía de su administración para atender a la cantidad de medios apostados en la calle Bravo Murillo. A su lado, sus compañeras Ana y Cristina descorchaban una botella de cava que bañaba el establecimiento. El Gordo había recalado este año allí y como bien dijo el lotero, «no es algo que ocurra todos los días».
La diosa Fortuna hacía que a las 11.38 horas las niñas Alicia y Yahaira cantarán el número más esperado, el 78.294. Una cifra que desataba la locura en una calle muy transitada. Un barrio, el de Tetuán, con mucha vecindad latina y gente obrera. «Aquí han comprado muchos inmigrantes. Se ha repartido bastante bien», se congratuló el lotero.
La suerte quiso que Rafael, un dominicano acudiera a última hora del lunes a comprar el décimo premiado. Al filo de las 20.00 horas se hacía con el 78.294. «No elegí el número sino que me lo dio Antonio. Supongo que habrá sido, como dicen aquí, la suerte del lotero», afirmó entre risas. Un décimo, a razón de 300.000 euros, que le ayudará a «tapar agujeros» y «si Dios quiere» montar su propio negocio. Lo que de momento no se plantea es dejar su trabajo de informático.