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:: TEXTO: ISABEL URRUTIA :: FOTOGRAFÍA: BERT DI PAOLO/AFP
Sociedad

Cumpleaños feliz

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Con ustedes, Krishna y Trishna. Son gemelas y hoy cumplen tres años. Como pueden comprobar, tienen tanto que celebrar que desbordan una alegría de personitas mayores. Como si hubieran ganado la carrera más dura de sus vidas. ¡Éxtasis puro! Y no es para menos: tras una operación de más de 31 horas en el Royal Children's Hospital de Melbourne, ya pueden sentarse, mirar de frente y descubrir que hay más mundo aparte del techo, el color desvaído de su pintura y las grietas.

Las pequeñas nacieron en Bangladesh con las cabezas adheridas y, hasta ahora, han compartido riego sanguíneo y masa encefálica. Su madre las abandonó en un orfanato y sólo el empecinamiento de dos voluntarias australianas de la Fundación Children First ha obrado el milagro. Si por milagro entendemos lo extraordinario, eso que deja sin palabras y al mismo tiempo llena de fuerza. Es lo que tienen las buenas noticias: te dan un subidón tremendo que te permite ver más allá del día a día. El optimismo, menos mal, también se contagia.

Krishna y Trishna tenían un 25% de posibilidades de superar la intervención quirúrgica y un 50% de no padecer secuelas cerebrales, pero tampoco se descartaba que una de las crías muriera en la mesa de operaciones. Y miren por dónde, hoy no se van a privar de un buen pedazo de pastel. Sobre todo Krishna, la más frágil, que todavía no tiene muy claro eso de lanzarse pasillo arriba y pasillo abajo con el andador. Nada que ver con su hermana, que fue la primera en despertar del coma inducido. Pero, bueno, tampoco hay que correr. Tienen cinco operaciones a sus espaldas -la que separó sus vasos sanguíneos duró 20 horas- y la recuperación será larga. Cariño no les faltará: ahí está su representante legal, Moira Kelly, posando entre las dos niñas, la cuidadora llegada de Bangladesh Maria Mardi y la monja Fran.

Ojalá cumplan muchos años más con esa sonrisa.