La desesperación llegó hasta el Ayuntamiento
Actualizado:«Estamos destrozados, Román y Verdier (alcalde y edil de Urbanismo) son unos hijos de puta». Con estas duras palabras, una de las hijas de Antonio Tocino resumía a la perfección un día que nunca olvidarán. Ellos siguen pensando que el Ayuntamiento de Chiclana no ha hecho todo lo posible por dejar en pie sus viviendas y así lo hicieron saber ayer, en una concentración espontánea a las puertas del Consistorio local. En la calle Constitución se congregaron junto a ellos, bajo una intensa lluvia, medio centenar de personas, la mayoría allegados y vecinos de esta familia de promotores, que vieron cómo un mandato judicial acababa con sus propiedades. Sin que hubiera que lamentar incidentes, la manifestación estuvo controlada en todo momento por la Policía, que restringió el acceso a la administración municipal unos minutos antes.