La fuga de la cárcel de Los Plomos

Casanova recorrió Europa varias veces a lo largo de su vida. Pero entre sus idas y venidas siempre regresaba a su Venecia. Cuando rompió con Henriette volvió a su ciudad y empezó a meterse en público con la Iglesia, lo que suscitó la curiosidad de la Inquisición. Casanova acabó en la veneciana cárcel de Los Plomos, y desde su entrada empezó a planear su huida, lo que consiguió junto a un monje, también encarcelado, por el clásico método de las sábanas y servilletas anudadas. Había pasado en prisión un año, tres meses y cinco días. El fugitivo se refugió en París, en la casa de unos viejos amigos, los Belletti. Cuando llegó, se dio cuenta de que su hija Manon se había convertido en una deslumbrante mujer. Lo que pasó después es muy fácil de imaginar.