Fusiones y transfusiones
Actualizado: GuardarEsto del mundo del dinero nos dejará siempre 'a cuadritos' a los ingenuos que creemos que detrás de las grandes empresas, y hasta de las grandes personas, hay una ideología y hasta una ética, una manera propia de hacer las cosas que antepone otras maneras que se ven, porque así las publicitan, como contrarias. Nos pasa en el mundo de la banca, donde al final tenemos que prestarles dinero para que no nos los presten y donde las fusiones que se hacen con nuestro dinero entre distintas escuderías acaban por cerrar oficinas y echar trabajadores a la calle. Nos pasa con los políticos, que se ponen de 'chupa de dómine' delante de las cámaras y en los mítines y luego resulta que son amigos porque hicieron la mili juntos, o cuñados, o socios de otros negocios y si mantienen en público una actitud beligerante es porque, como el valor a los toreros que ya no van a poder torear en Cataluña la agresión verbal les viene por defecto con el oficio.
Y está pasando, fíjense ustedes, con las cadenas de televisión. El mapa televisivo español es un caos donde no se aclara nadie, y menos que nadie los espectadores, donde se repiten programas calcados a las mismas horas en emisoras distintas y donde los presentadores y tertulianos pasan sin rubor de una a otra, a menudo adoptando, los tertulianos, puntos de vista propios que se contradicen en un sitio con respecto a lo que ellos mismos han dicho en el otro: porque, posiblemente, también ellos comprenden que la 'pela' es la 'pela' y si actúan (y escribo bien el verbo) en una cadena digamos 'conservadora' tienen que expresar un punto de vista y si les toca el jueves en la cadena algo más progre, adoptan el siguiente. Lo contaba, en 'petit comité', una tertuliana que no logra pillar a su contrario, afamado escritor 'gafapasta', según le toque rebatirlo en una o en otra.
Ni el escritor 'gafapasta' ni la tertuliana 'pijiprogre' sabían, o quizás no les importa, que igual que las damas no tienen pasado, ni los ángeles memoria, tampoco las televisiones tienen ideología. O tienen una ideología que se reduce a una sola palabra, una simple onomatopeya: 'Clink', mientras suena de fondo Liza Minnelly arrastrando las sillas, meneando las caderas y diciendo 'Money, Money, Money'.
Se nos fusionan la cadena conservadora con la cadena 'progre', a ver qué sale de todo esto. Y se adelanta Berlusconi y se da palmaditas con los del grupo Prisa. Imagino que en los telediarios y programas de debate (esos que son tan aburridos, oiga) seguirán más o menos con lo mismo, por aquello de poner una vela a Dios y otra al diablo y tener al personal entretenido con respecto a lo importante, igual que los señores medievales ponían a un hijo en un bando en la guerra y a otro en el otro, para ganar siempre cuando los palos se terminaran. Nosotros, los sufridos espectadores, y hasta los de pago, a seguir tragándonos publicidad y programas alienantes en cualquiera de las cadenas. El mundo de lo catódico se divide entre el fútbol, los programas estupefacientes del 'cuore', y las películas y series de ficción (no creo que de verdad haya mucha gente enganchada a los documentales de bichos, tan repetitivos ya de por sí).
Nos esperará más de lo mismo, con fusiones o sin ellas. Y mientras tanto, la televisión que pagamos todos anuncia que deja de emitir series extranjeras. será para que podamos pagar el canon digital a la SGAE, porque son las que corren por Internet como la pólvora. O sea, las que de verdad interesan.