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La alcaldesa, durante una visita el pasado verano a las obras del Alcázar, que están siendo financiadas gracias al Plan E. :: JUAN CARLOS CORCHADO
Jerez

El Ayuntamiento salva in extremis los planes anticrisis al aplazar la deuda con Hacienda

El Gobierno lo había amenazado con retirarle estas ayudas debido al impago del dinero que debe a la Seguridad Social

ENRIQUE ESTEBAN eesteban@lavozdigital.es
JEREZ.Actualizado:

Al Ayuntamiento de Jerez le ha faltado bien poco para que el Gobierno le embargara el Plan E, algo que recientemente le ha ocurrido a una localidad cercana como Barbate. No es éste asunto baladí, si se tiene en cuenta que la inversión estatal prevista en este capítulo para el año próximo será de 22 millones de euros. Un desembolso que irá a parar a obras tan importantes como la nueva comisaría, la recuperación del río Guadalete, la reapertura del Museo Arqueológico, la construcción del centro de distrito de Blas Infante o la Escuela de Idiomas.

Gracias a un nuevo aplazamiento de la deuda con la Seguridad Social, el Consistorio jerezano ha podido salvar a última hora la segunda fase del también conocido como 'plan Zapatero'. Es la tercera vez que el Estado perdona por tanto la morosidad del Consistorio, tras dos convenios que se firmaron en el pasado.

Algo que, según las fuentes consultadas por este medio, no es habitual, ya que si no se cumple con los compromisos adquiridos se suele aplicar el castigo, en este caso la congelación del Plan E y por tanto de inversiones muy importantes para la ciudad.

La situación financiera del Ayuntamiento jerezano no es que sea grave, sino que el estado puede calificarse ya de crítico. La alcaldesa jerezana se justifica en el pasado para explicar la enorme deuda acumulada que desangra las arcas municipales: «El niño ya estaba en la UCI cuando lo cogimos», manifestó por última vez la pasada semana, tras el desayuno navideño del Partido Socialista.

Venta de patrimonio

Curiosamente, el Plan de Viabilidad encargado a una consultora externa pone varias recetas sobre la mesa para hacer frente a esta crisis. Por ejemplo, fija que toda inversión que se acometa en Jerez en el futuro debe provenir de la generosidad de otras administraciones (como el Estado o la Junta de Andalucía) o de la venta de suelo, lo que deja en buena parte atado de pies y manos al Consistorio.

La deuda del Ayuntamiento alcanza ya los 575 millones de euros, aunque si se tiene en cuenta todo el 'holding' municipal (como Aguas de Jerez o Jecomusa), la cifra llega hasta casi 700.

El dinero que se debe a los proveedores y concesionarias (como Cojetusa o Urbaser) es causante en buena parte de esos números rojos. También la renegociación de la deuda con las entidades financieras. En el caso de Hacienda, los acuerdos firmados en anteriores ocasiones han logrado que no se haya tenido que retener la PIE (Participación en los Ingresos del Estado) al Ayuntamiento de Jerez.

Como se ha resaltado varias veces desde el gobierno local, se está haciendo frente al pago del corriente con la Seguridad Social, pero otra cosa distinta es la deuda acumulada, de la que todavía queda un buen porcentaje pendiente.

Empleos en peligro

En esta ocasión, eran los planes anticrisis los que peligraban, unas inversiones que no sólo sirven para realizar numerosas obras a lo largo y ancho de la ciudad, sino también para ayudar a personas que se encuentran en situación de desempleo, contratándolas durante el tiempo que duran los trabajos. Y, de paso, maquillar las cifras del paro, que no deja de escalar en la ciudad sobre todo desde que comenzó la crisis económica más grave de la historia reciente.

En esta segunda fase, los planes anticrisis del Estado -sin contar, por tanto, el Proteja y el Memta de la Junta- crearán aproximadamente los mismos empleos que en la anterior etapa, es decir, unos 1.000. De hecho, al estilo del 'New Deal' de Roosevelt, suponen la mayor inversión en obra pública llevada a cabo jamás en la ciudad.

La creación de equipamientos públicos, nuevos espacios de ocio, remodelación de calles y plazas, etcétera, suelen copar el destino de este dinero estatal que se ha salvado en el tiempo de descuento.