Retorno a Belén
Éxito. 'Sálvame Deluxe' barre a la competencia con un 26% de 'share' gracias a la reaparición de la retocada Esteban
Actualizado:Una vez, Oprah Winfrey regaló coches al público de su programa. A todos. El viernes, en 'Sálvame Deluxe', los espectadores recibieron un jamón. Y a Belén Esteban en carne retocada durante una hora y 40 minutos. El fenómeno de su reaparición podría ser un añadido de 'La sociedad del espectáculo' del filósofo Guy Debord (del capítulo 'El proletariado como sujeto y como representación'). Pero en realidad no fue más que otra aventura de 'Belén Broadcast'. Hay quien sostiene que vive de Jesulín de Ubrique, que sería lo mismo que decir que Isabel Preysler vive de Julio Iglesias. Error. Belén genera sus propias noticias (aunque necesite secundarios). Da igual si se trata de su boda, de un ingreso hospitalario, de la comunión de su hija, de la intervención del Defensor del Menor («Ni que fuera yo Bin Laden») o de su reciente operación de cirugía plástica.
Ha quedado niquelada. Mejor en movimiento que en las fotos de los ejemplares agotados de 'Lecturas'. Si la primera impresión fue de rubia pija, eso desapareció cuando empezó a hablar de corrido y a repartir estopa (corte de mangas al padre de María José Campanario, que la había llamado «la 'drogata' esa que tiene la nariz 'toacomía»). Ante el sanedrín habitual del programa (Kiko, Lydia, Karmele, Mila, Venenito y, por supuesto, Jorge Javier) Belén era Belén. La de siempre. Como nos hemos vuelto locos del todo, parece que había quien pensaba que se había ido como Stephanie Harper e iba a volver como Tara Wells, la de 'Retorno a Edén'. Pero a Belén no le habían mordido cocodrilos australianos. Sólo se había dete. «¿Cómo se dice?», preguntó en el programa. «Deteriorado. Eso».
Han desaparecido las bolsas de los ojos (pero no las patas de gallo); la nariz ya no es la de Poli Díaz, y le han rellenado el surco nasogeniano (con lo que se le han elevado las comisuras de los labios, que no se ha tocado en esta ocasión). Pero no se ha operado ni la caída de ojos ni el «¿me entiendes?» ni el andar mal con tacones ni los ojos saltones. Alberto Cerdán, el peluquero («¡Qué huevos!», soltó Lydia Lozano), demostró que podía estar más fea con sólo ponerle el peinado de Encarnita Polo. Belén prefiere el pelo largo («A mí es que me gusta que mi marido me agarre de los pelos»). Cerdán, como otros, incluido un psicólogo clínico, engordaron un programa de diva absoluta (Carmen Martínez-Bordiú, con lo que ha costado, estuvo de telonera). Una reportera con el 'Lecturas' fue preguntando a los famosos en un acto público qué les parecía su nueva cara. Concha García Campoy, Carmen Alborch, Bimba Bosé. todas imbuidas de cultura popular y opinando. Cuando le preguntaron a Gonzalo Miró, dijo: «Yo, es que no es mi parcela». Claro, porque él nunca ha salido con una reoperada. ¿Y cuál es su parcela? ¿La física de partículas elementales y la teoría electrodébil?
En 'DEC' ni Darek, ni Mari Cielo Pajares, ni -cielos- Manolo Otero (cómo se estropean los cuerpos, si parecía Joel Grey) pudieron con 'huracán Esteban'. 'Sálvame Deluxe' hizo un 26% de 'share', con 3.147.000 espectadores (máximo del programa). DEC, un 9,7% con 1.165.000 espectadores (mínimo). No es que los otros sean 'Redes', pero ganó la España de los jamones. La parcela de Belén Esteban. Qué pena que Rafael Azcona esté muerto.