El Belén Viviente no se representó a pesar de que la lluvia no hizo acto de presencia

El tiempo quiso burlarse ayer de las localidades de Arcos y Espera, después de que ambas rechazaran celebrar sus respectivos belenes vivientes porque se preveía lluvia. El sol lució en una jornada en la que las temperaturas bajaron unos 4 ó 5 grados en la Sierra y el frío se hizo el dueño de la jornada. No obstante, la lluvia no llegó a hacer acto de presencia.

La escena principal del Belén Viviente arcense, la del poblado hebreo que se instala en la Plaza del Cabildo, precisa de que varios camiones de arena sean esparcidas en este lugar. La lluvia hubiera impedido que esta labor se llevara a cabo por lo que resultaba inviable el montaje. No obstante, los comerciantes y hoteleros de la localidad han criticado la premura con la que el Ayuntamiento suspendió el evento, el pasado miércoles, y el hecho de que no se contara con ellos para tomar esta decisión. Los hoteles de la localidad se encontraban al completo durante estos días, pero el anuncio de lluvia hizo que se anulasen algunas reservas.

El único Belén Viviente que si pudo celebrarse fue el de El Gastor, donde estaban dispuestos a desafiar a la lluvia.