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Hace unas semanas Urbanismo dio la orden para derribar el resto de viviendas expropiadas. :: C. CH.
SAN FERNANDO

Los tres últimos expropiados de San Onofre siguen sin acuerdo

Urbanismo aún no les ha enviado una nueva propuesta económica ni los técnicos han visitado las viviendas como les prometieron

SANDRA SALAZAR
| SAN FERNANDO.Actualizado:

Las tres familias de San Onofre afectadas por las expropiaciones para la construcción de un vial hacia la Ronda del Estero continúan esperando una nueva propuesta de la Gerencia Municipal de Urbanismo a través de la Empresa Municipal de Suelo Isleña (ESISA).

Desde que el pasado mes de septiembre finalizase el plazo legal para abandonar sus viviendas, obtuvieron del Ayuntamiento una ampliación de dos meses para alcanzar un acuerdo que continúa sin producirse. Los vecinos aseguran que sólo cederán ante una mejor oferta económica o si les ofrecen una casa de las mismas características que las que poseen actualmente.

Curiosamente, dos de los propietarios de las fincas afectadas son de la misma familia y la situación se hace aún más difícil para ellos. En septiembre vistieron las fachadas de pancartas para protestar por el «precario» acuerdo que les ofrecía ESISA y desde entonces, el pesar de que ocurrirá les acompaña. En estos dos meses y medio aún no han recibido la visita de los técnicos de Urbanismo que debían volver a valorar las viviendas.

«Nos han tasado las viviendas como si fueran chabolas y están totalmente reformadas», aseguró Juan José Olvera, uno de los propietarios afectados. «Los técnicos no han venido y por el momento hay un silencio total», insistió. Olvera aseguró que esperará a que pasen las fiestas navideñas para que su madre -residente en la finca colindante- «no sufra». Pero a partir de enero señaló que no dudará en iniciar nuevas medidas de protesta si no les plantean un acuerdo razonable. «Dicen que han tasado las viviendas con la ley del 1957 pero hay una ley posterior de 2008 que protege más a los expropiados así que estudiaremos las posibles vías legales».

«Un expediente más»

Mientras a Juan José Olvera, que vive con su mujer y sus dos hijos, le ofrecieron 43.000 euros por una vivienda de 84 metros cuadrados, a su madre, Magdalena Moreno, de 77 años, le propusieron un acuerdo de 39.000 euros por una finca de 71 metros cuadrados. Un dinero que les hacía pasar de tener una casa en propiedad a poder acceder sólo a un alquiler o entramparse con una hipoteca. «Estamos esperando y parece que sólo somos un expediente más, un número que no tienen en cuenta y para nosotros se va toda nuestra vida».

El tercer afectado, Juan Domínguez Lobo, será expropiado parcialmente. En su caso, la visita de los técnicos será esencial para conocer si la estructura de la casa se verá afectada por el derribo. Mientras las tres familias siguen viviendo en un mar de incertidumbres, hace unas semanas pudieron ver con sus propios ojos como las máquinas derribaban otras tres fincas para la construcción de otro vial a tan sólo unos metros. «No puedo ni mirar allí, es una sensación de vacío total el pensar que harán lo mismo».