Los parados levantan San Benito
Una cuadrilla de 15 personas del barrio rehabilita la pista y el parque de modo gratuitoEl Ayuntamiento ha encontrado un chollo: con sólo prestar el material de obra, los desempleados colaboran en la reforma
JEREZ. Actualizado: GuardarQuien la pronuncia es Paco González, que ha cambiado las trincheras -fue uno de los que protestó e intentó paralizar las obras que acometía la Junta en la barriada- por una labor altruista de la que sólo espera sentirse bien consigo mismo y «sacar a los niños de la calle y que no se encuentren aquí con la suciedad y los cristales que había».
«Aquí se vive mejor que en Montealto», salta David, otro de los «currantes de calle», como lo define uno de sus compañeros. Los dos mencionados, junto a Óscar Gallardo, José María Loreto, Antonio Manuel Ramos y otros muchos (son unos 15) forman parte de la cuadrilla de desempleados que están trabajando por rehabilitar San Benito, en todas las acepciones que pueda tener esta palabra. Medio Ambiente, Infraestructuras y otras delegaciones municipales les han prestado el material (palas, picos, etcétera) para que sean ellos mismos quienes hagan buena parte del Plan E en su barriada. Esta vez, no paga el presidente Zapatero.
Estos parados limpian, cortan el césped y realizan otras muchas labores para remodelar la pista deportiva, el parque y acondicionar el edificio multiusos anexo. Lo siguiente será pintar los columpios, explica Paqui Pazos, presidenta de la Asociación de Vecinos Pedro Palma, mientras contempla orgullosa a la cuadrilla.
«Cuando terminemos, lo queremos llamar Club Deportivo Nuevo San Benito», dice José María Loreto, portavoz de estos parados. Un nombre «guapo», apostilla uno de sus compañeros. «Tenemos mucha ilusión en que vengan los equipos, que los niños practiquen deporte. No sólo va a haber futbito, sino muchos más», adelanta Loreto.
Por su parte, Paqui Pazos agradece a este grupo de desempleados del barrio todo lo que están haciendo: «Que estas personas, teniendo tantas necesidades, estén voluntariamente aquí trabajando, dice mucho de ellos».
Apuesta por la zona
No obstante, recuerda que la batalla no es cosa de un día: «Llevamos años, y hasta hubo una época en que las Casitas Bajas querían tirarlas, pero hoy la Junta y el Ayuntamiento apuestan por el barrio y por los vecinos, que pueden acogerse a la rehabilitación integral».
Lo principal es comenzar «por el aspecto humano» y luchando contra «el rechazo que a veces ha existido hacia San Benito». Paqui es bien conocedora, pues lleva nada menos que 36 años viviendo allí y sabe «la buena gente» que la rodea.
«Hay que acercarse -dice convencida- a las personas, no alejarse; conocer la realidad del barrio».
Respecto a la rehabilitación de viviendas, el barrio, como muchos otros de Jerez, está sufriendo una transformación radical. En total, son 922 viviendas entre los bloques de cuatro plantas y las llamadas «torretas» de nueve. No hay más que contemplar estas últimas desde la carretera de circunvalación para comprobar las mejoras. «Sólo queda la rehabilitación del tendido eléctrico en seis de ellos», precisa la presidenta de Pedro Palma.
Luego está la rehabilitación de la UVA, unas 300 en total, de las que 108 corresponden a las Casitas Bajas. El portavoz de los parados, José María Loreto, es uno de los beneficiados y muestra cómo está quedando su casa por dentro. Lo principal, como en todo el resto de la zona, ha sido la restauración eléctrica. Luego ya dependiendo de cada vivienda, se valora la necesidad de acometer una u otra actuación.
«La Junta -explica Paqui Pazos- hace un estudio y evalúa qué es lo que hay que reformar en cada caso, que no siempre coincide con lo que los vecinos quieren».
En cualquier caso, lo prioritario es la instalación de la luz. En el caso de Loreto, también se han puesto la escalera, el suelo y las ventas. Él, por su parte, ha pedido el material pero ha sido quien se ha encargado de pintar las habitaciones. La cooperación de los propietarios de las casas es, pues, esencial.