Claudio Zin dirige la sanidad bonaerense desde 2007. :: R. C.
ESPAÑA

«Las manos son el gran aliado de la gripe A»

El eminente nefrólogo afrontó hace seis meses la expansión del virus en Argentina «cuando nadie tenía ni idea de cómo controlarlo» Claudio Zin Ministro de Sanidad de la provincia de Buenos Aires

MADRID. Actualizado: Guardar
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Argentina ha enseñado al mundo a conquistar a paso de tango, a marcar goles desde otra galaxia, a saborear la gloria en forma de chuleta a la parrilla o a levitar sobre las páginas de un libro. Con bastante menos orgullo, la hermosa patria de Gardel, de Messi o de Jorge Luis Borges está siendo también maestra en gripe A. El invierno austral la hizo pionera en sufrir la invasión del virus AH1N1 hace ahora seis meses, cuando apenas se sabía nada de él. 600 personas fallecidas y más de 200.000 contagios fueron su severa carta de presentación en el país.

Controlada la epidemia, Claudio Zin ha visitado estos días España para contar en la Escuela de Ciencias de la Salud y en el Consejo General de Enfermería sus duras y ejemplares experiencias: como ministro de Sanidad de la provincia de Buenos Aires, en la que viven quince millones de personas; como reconocido nefrólogo y experto internacional en terapia intensiva e hipertensión arterial; como autor de más de medio centenar de relevantes y premiadas investigaciones clínicas; como profesor de Universidad; como popular divulgador de temas de salud en televisión, y como ciudadano incapaz de entender que, en pleno siglo XXI, una minúscula entidad biológica ponga en jaque a un planeta que se prepara para colonizar Marte.

-¿Han ganado, por fin, la batalla a la gripe A en su país?

-Desde hace tres semanas no se han registrado nuevos casos.

-En el momento de eclosión de la epidemia decretaron el estado de emergencia sanitaria, cerraron los colegios un mes y se recomendó la autorreclusión. Estas medidas causaron polémica...

-Sí, causaron controversia, pero nadie tenía, hasta ese momento -abril, mayo y junio de este año-, la estrategia para garantizarnos el control del problema. Las respuestas a las consultas con la Organización Mundial de la Salud fueron: «Hagan lo que crean más conveniente». Eso hicimos.

-¿Qué recomendaciones mantienen ahora?

-Con nuestras actuales temperaturas (estamos a punto de entrar en verano), la única recomendación que mantenemos es lavarse las manos con frecuencia y consultar al médico si aparecen síntomas de gripe (fiebre de 38,5º o más y sostenida más de doce horas, dolor de garganta y de cabeza).

Un consejo, vacunarse

-¿Qué consejos da a España cuando comienza su estación más fría y más propicia para el contagio?

-El mejor es que se vacunen y, el segundo, que se laven las manos con frecuencia, pues son el medio más frecuente de contagio. También que, si tienen síntomas de gripe, se queden en casa cinco días para evitar contagiar a otros. Por último, si los síntomas duran o empeoran a los dos ó tres días, que consulten al médico.

-Aunque España se ha provisto de vacunas, los ciudadanos no están haciendo uso de ellas. ¿En Argentina ha sucedido así?

-Desgraciadamente, no tuvimos vacuna alguna, recién aparece en estos momentos. No entiendo las razones por las que la gente teme vacunarse. En mi provincia esto no ocurre.

-Estas Navidades, muchos ciudadanos residentes en España regresarán a sus países y otros cruzarán el charco para hacer turismo. ¿Es necesario tomar alguna precaución para viajar a Argentina?

-En cuanto a la gripe A, no hay por qué tomar precaución, salvo que se tenga síntomas. En ese caso, les rogaría que esperen a que desaparezcan: ya tuvimos suficiente con nuestros casos. De hecho, el primero en Argentina ocurrió por gente enferma que regresó de México. La 'contagiosidad' (perdón por el neologismo) desaparece al cabo de ocho días del primer síntoma, con el paciente evolucionando de manera adecuada en el 97% de los casos.

-¿La Medicina no debería estar preparada para superar sin tantos problemas el ataque de un virus?

-Estoy de acuerdo: la Medicina debería estar preparada y en muchas ocasiones responde como si lo estuviera. Pero, con tanta gente dando vueltas -cada año se desplazan mil millones de personas de un territorio a otro-, se complica mucho contener enfermedades contagiosas.

-Usted nació en Italia y uno de sus hijos, Hernán, ejerce como periodista y escritor en España. Sus vínculos con Europa, pues, son bastante fuertes y sus visitas, frecuentes. ¿Qué le parece el sistema sanitario español?

-Que no satisface de manera acabada las necesidades y demandas de la gente y que, tal como ocurre en otros sitios del mundo y de continuar de este modo, no habrá presupuesto para cubrir estas demandas. Por ende, hace falta un cambio de paradigmas. Se debe pensar la salud pública de manera diferente, menos burocrática, más genuinamente solidaria. Falta organizar el sistema para que sea más eficiente en tiempo y forma.

-En España faltan especialistas. ¿Argentina estaría en disposición de aportar médicos a España?

-En nuestro país faltan pediatras, neonatólogos y anestesistas. Desde luego que España puede ser interesante para muchos médicos bien formados de Argentina, aunque, hoy por hoy, no es una plaza económicamente interesante.

-¿Qué opina de la reforma sanitaria que impulsa Obama en Estados Unidos?

-Es indispensable. Lo intentó Hillary y no pudo. Ojalá lo logre Obama. No es posible que uno de los países más importantes del mundo tenga a cincuenta millones de personas sin cobertura alguna de salud, un claro ejemplo de desigualdad social e inequidad.