«No arrojo la toalla»

«No voy a arrojar la toalla». la situación deportiva que atraviesa el Xerez no merma la moral de un Cuco Ziganda que ayer se despidió de los medios hasta el 27 de diciembre. El técnico navarro afronta «optimista» la llegada de las navidades y deja claro que no piensa abandonar la nave azulina: «Si les estoy pidiendo compromiso a los jugadores no puedo hacerlo. No puedo hacerlo porque a los que juegan les estoy diciendo que aguanten y no se rindan, a los que juegan y a los que no juegan». Y es que esa es la excusa que, según Ziganda, buscan «18 equipos de Primera que están deseando que nos hundamos, pero vamos a hacer todo lo posible por cambiar la situación».

No se rinde «nadie», asegura un Cuco que entiende que se mantendrá «optimista mientras tengamos vida. La esperanza es lo último que se pierde y no podemos darnos por vencidos». Y todo pese a que la situación esté «muy complicada», que la empresa sea «una pelea contra monstruos, grandes equipos, pero que nadie me diga que no podemos ganar al Almería o plantar cara al Valencia».

Ziganda recuerda a los 16.000 socios «que lo pasan mal y por eso vamos a intentar, por lo menos, hacer bien las cosas». Eso sí, el técnico del Xerez no olvida que «debemos tener en cuenta que la situación nos está superando. No logramos buenos resultados y a eso hay que sumar otras cosas. No tenemos instalaciones y tenemos malos campos. Es una realidad, yo sabía dónde venía, pero no me resigno».

«Agradecido»

Fuerte y capeando el temporal que se le avecinaba ayer, Ziganda se acordó de Miguel Ángel Rondán, quien 24 horas antes le ratificaba en el cargo: «Es de agradecer la confianza de la gente que está en la secretaría técnica, porque siempre se rompe la cuerda por el lado del entrenador. Pero en este caso no ha sido así, aunque también es verdad que esto es como es, y en cualquier momento, y más como es la historia de este club, puede pasara otra cosa».

A pesar de ser colista, de llevar siete puntos y sumar sólo seis goles, Ziganda ve normal su continuidad, o al menos eso entiende: «Cuando uno hace cambios es para mejorar y si los responsables no han tomado esa decisión será con la mejor intención del mundo». Aún así, el navarro no se quita responsabilidad. Todo lo contrario, Cuco puntualizó que «el entrenador tiene una responsabilidad, y grande, de la situación y lo asumo. No estoy a salvo de nada, porque perdemos todos. Pero también debemos saber dónde estamos».

Muchos guiños hizo ayer un Ziganda que dejó claro que el equipo ha de cambiar, sobre todo tras observar que en los últimos partidos «hemos perdido fortaleza defensiva y hemos encajado goles con facilidad. En Santander, por ejemplo, el Racing nos ganó por eso, por intensidad defensiva, ganas y velocidad». cambios que, de momento, no se traducen en descartes, a pesar del anuncio de Miguel Ángel de no contar a partir de enero con Míchel y Maldonado. Ziganda, cauto, sorprendió a propios y extraños asegurando que «todo el mundo cuenta en este equipo. El que está aquí tiene las mismas posibilidades de jugar que el resto. Si yo después apuesto más por otros jugadores es algo subjetivo, porque decido yo, pero también objetivo porque como profesional no descarto a nadie». Es decir, que tanto al delantero venezolano como al madrileño los considera el míster del Xerez «mis jugadores, porque todos trabajan igual, pero decido yo que al final juegue otro. Tenemos 23 jugadores y cuento con cada uno de ellos».

Para concluir su intervención, el azulino habló de la venta del club. En realidad, no habló mucho un Cuco que no se moja, ya que «donde no intervengo no tengo arte ni parte».