¡Choca esos seis!

Es un tipo curioso Frank Tolbert (Alabama, 19-7-1986). Cuando le solicitan tres palabras para que se defina sólo emplea una; eso sí por triplicado. «Loco, loco, loco». Le apodan el 'tanque' por su poderío físico. Y si le cuestionan por su propiedad más preciada, este joven de 23 años recién fichado por el Siauliai lituano responde: «Mi camión». Este base no obstante, sería un estadounidense más que emigra desde su país a Europa. Otro más. Sin embargo, ha esquivado el anonimato por una malformación genética, heredada de su abuela y su padre. Sufre polidactilia, un transtorno que hace que tenga seis dedos en cada mano. Él se lo toma como algo normal. E incluso bromea con ello. «¿De qué se siente más orgulloso?», le han cuestionado. «De mis dedos extra», recalca.

De hecho, nunca ha tratado de ocultarlo e incluso hace bromas con los aficionados. «Choca esos seis», le soltó a más de un fan durante su periodo de formación en la Universidad de Auburn, en los Auburn Tigers. Ese dedo adicional en cada mano 'surge' a la altura del meñique. En principio, como él mismo afirma, ese 'añadido' carece de movilidad. Por tanto, no le concede ninguna ventaja en el juego, ni tampoco le supone un problema para controlar el balón y botarlo: «La gente viene y me pregunta: '¿Puedes moverlo?, ¿le afecta?'. Yo siempre les digo lo mismo: 'No'».

Y se lo ha tenido que responder a más de uno. Porque mucha gente sigue su carrera de cerca. En la red social Facebook existen tres grupos de apoyo a Tolbert, que suman alrededor de 1.000 miembros, la mayoría estadounidenses. Aunque él ahora se faja en Lituania, en el tercer conjunto del país, por detrás del Zalgiris Kaunas y el Lietuvos Rytas. Y el pasado curso disputó la Liga holandesa, con unos números más que decentes. Promedió más de 12 puntos por encuentro en el Matrixx Magix Nijmegen.

Desde los Países Bajos ha saltado hasta el Báltico, a la ciudad donde se encuentra la única presencia aérea de la OTAN en la zona. Allí se enchufará a los videojuegos que tanto ama. Es su segunda afición. La primera, como es normal, el baloncesto. También disfrutará con su manjar preferido: las hamburguesas de McDonalds con doble ración de queso. Quizá saque tiempo para aprender a cocinar, una de sus tareas pendientes, afirma. Aunque si le cuestionan sobre cuál sería su sustento diario si él fuese el 'chef' en su casa, no duda: las hamburguesas de McDonalds con doble ración de queso; una comida muy 'complicada' de preparar y para lo que se necesita un 'tratado' de gastronomía. «Sobreviviría a base de ello», sostiene este seguidor de los Miami Heat, de la NBA.

A esta altura espera llegar para, entre otros motivos, embolsarse un millón de dólares (casi 700.000 euros). «Se los daría a mi familia», reconoce este base que tiene como ídolo a Superman, que detesta el brocoli y tiene pánico a morir ahogado. Pero estos detalles de la biografía del 'tanque' quedan escondidos por esa malformación genética que le hace poseer seis dedos en cada mano. Un transtorno que él lleva con normalidad: «¡Choca esos seis!».