Activistas medioambientales protestan por la falta de compromisos en Copenhague. :: AFP
MUNDO

Copenhague espera el impulso de los líderes mundiales

Los presidentes Chávez y Morales incendian el plenario de la cumbre y culpan al capitalismo del calentamiento global

COPENHAGUE. Actualizado: Guardar
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En los 'thrillers' la máxima tensión llega justo antes del desenlace final. Si la Cumbre del Clima de Copenhague fuera una película no habría problema. Las horas se agotan, apenas 48 antes de la clausura, no se vislumbran acuerdos y se esfuman las posibilidades de cerrarlos. La última palabra la tendrán los jefes de Estado y de Gobierno de casi 130 naciones, que a partir de hoy se juegan el futuro climático del planeta a cara o cruz.

Entre la avanzadilla se encontraban ya en Copenhague el 'premier' británico, Gordon Brown ,y los presidentes de Bolivia, Evo Morales, y Venezuela, Hugo Chávez. Los dos últimos llegaron a tiempo de sumarse a las protestas de las delegaciones china, brasileña y otras integradas dentro del grupo del G-77 de países en desarrollo y emergentes, indignadas por un supuesto documento con el que la presidencia danesa de la cumbre pretendía resumir algunos presuntos avances para desatascar las conversaciones. Lo último son textos donde todo sigue abierto, con horquillas de cifras que dinamitan algunos de los conceptos barajados desde 2007 en Bali, como que el nuevo período de compromisos del Protocolo de Kioto abarcaría de 2013 a 2020; ahora ese plazo podría acortarse a 2017.

El vértigo atenaza a las 192 delegaciones por la falta de concreción en los compromisos de reducción de emisiones de los países industrializados y emergentes para 2020 y 2050, en el monto de las ayudas para los Estados más vulnerables al cambio climático, y en la fórmula jurídica del acuerdo. El momento es «crítico», según reconoció la ministra española de Medio Ambiente, Rural y Marino, Elena Espinosa, que llegó ayer al cónclave.

Los 'fantasmas' de Chávez

Chávez incendió el plenario con su soflama característica anticapitalista y antiestadounidense, aderezada con citas bíblicas y alusiones a Rousseau, Darwin, Cristo, Mahoma, Bolívar y Marx. «Un fantasma recorre las calles de Copenhague; ese fantasma es el capitalismo», dijo parafraseando al alemán. El mandatario venezolano cargó contra Occidente, «esos países que se creen superiores», e hizo suyo un lema coreado estos días por grupos antisistema. «Si el clima fuera un banco, ya lo habrían salvado», proclamó Chávez.

Hoy llegan a Copenhague la mayoría de los líderes mundiales, entre ellos Barack Obama, Angela Merkel, Nicolas Sarkozy, el chino Hu Jintao y José Luis Rodríguez Zapatero. Su intervención está prevista para primeras horas de la tarde. Mar Asunción, de WWF, espera del presidente español un impulso a la oferta europea de subir del 20% al 30% el recorte de emisiones de CO2 de la UE para 2020 si las demás potencias hacen un esfuerzo comparable.

Las ONG y demás observadores de la sociedad civil no estarán para verlo. La organización ha retirado los pases de entrada por 'overbooking' de asistencia. En el exterior del Bella Center los antidisturbios disolvieron a golpes y con gases lacrimógenos a unos 5.000 manifestantes de grupos antiglobalización y antisistema que intentaron entrar a la fuerza en el recinto