"Jim es fiero y exigente"
Actualizado: GuardarA sus 60 años, Sigourney Weaver vuelve al espacio. Tras perseguir aliens en cuatro ocasiones –la segunda de ellas a las órdenes de James Cameron–, interpreta a una científica pacifista que quiere salvar al planeta Pandora y a sus habitantes, los Na’vi.
–¿Cómo fue el rodaje de ‘Avatar’?
–Requería mucha concentración, rodábamos en una habitación donde no había nada, sólo los actores con bolas de luces pegadas al cuerpo. De todos modos, ‘Avatar’ es mucho más que efectos especiales, es una historia épica, una saga de amor y guerra.
–¿Cómo describiría a James Cameron?
–Jim es brillante, fiero, exigente, pero al mismo tiempo divertido y cariñoso. Sabe cómo dirigir a sus actores para que den lo mejor de su talento.
–Se ha convertido en la heroína de las películas de ciencia-ficción.
–No es tan fácil interpretar héroes de acción. En este caso, se trata de una mujer que busca la felicidad y que sólo pretende ser ella misma.
–¿Habrá una trilogía de ‘Avatar’?
–Creo que Jim en estos momentos no piensa más allá de esta película. Dependerá del público. Si es un éxito habrá secuelas y si fracasa probablemente no se termine la trilogía.
–¿Sigue sintiendo miedo cuando elige un personaje?
–Por supuesto. Cada película es una aventura. Cuando actúas te lanzas a hacer cosas que desconoces sin ningún tipo de control, puede crearte mucha inseguridad.
–¿Está contenta con los guiones que recibe?
–Con esta crisis es difícil conseguir buenos papeles, para hombres y mujeres, porque cada vez se ruedan menos películas. En Hollywood se están haciendo demasiados ‘remakes’ y cada vez menos cine independiente. Ahora tenemos nuevas tecnologías, películas como ‘Avatar’ que son capaces de llenar las salas gracias a los efectos especiales.
–¿Es cierto que usted se llama en realidad Susan y se cambió el nombre a los trece años?
–Sí. A mí no me gustaba que me llamaran Sue, sentía que era demasiado alta para ese nombre. Decidí buscarme uno más largo y encontré Sigourney en un libro de F. Scott Fitzgerald.
Revistas del corazón
–Ha asegurado muchas veces que quiere interpretar historias románticas.
–Sería absurdo por mi parte pensar que voy a embarcarme a mi edad a rodar historias de amor. Los actores no participamos en las películas que queremos, sino en las que nos ofrecen. Como actriz creo que no hay nada mejor que interpretar un personaje que tiene una vida emocional más allá de lo obvio. En Hollywood, por alguna razón que desconozco, los guionistas no se imaginan a las mujeres de más de cuarenta años como criaturas con emociones sexuales.
–¿Es tan difícil encontrar trabajo en Hollywood cuando se es actriz y se pasa la barrera de los cincuenta?
–Yo vivo en Nueva York y trabajo mucho en el teatro. Si viviera en Hollywood y dependiera sólo del cine estaría muy deprimida o tal vez ya hubiera dado el salto a la televisión. Trabajo en una industria donde todo el mundo está obsesionado con mantenerse joven.
–¿Qué opina de la obsesión que existe en Hollywood por la belleza?
–Greta Garbo dejó de trabajar en el cine a los 35 años. La presión por mantener la belleza siempre ha formado parte de la sociedad. En realidad, la gran obsesión de Hollywood en estos momentos es ser una celebridad, convertirse en portada de las revistas del corazón en lugar de ser una gran estrella del cine.
–¿Es consciente de la adicción de muchas compañeras suyas por la cirugía plástica?
– Eso a mí me parece un trabajo a tiempo completo. Desde luego estoy a favor de ciertas técnicas que retrasan el envejecimiento, pero tratar de regresar a los veinte cuando tienes cincuenta es ridículo.
–¿Le gustaría que sus hijos siguieran sus pasos en el cine?
–Mi hija quiere ser actriz y yo soy una madre muy protectora. Me haría feliz que entendiera que hay más oportunidades en otros campos.
–¿Es su hija tan alta como usted?
–No tanto. Además es muy delgada, sólo espero que no me diga que quiere ser modelo.