La Policía radicaliza sus protestas

Eso del espíritu navideño parece que no va con ellos. Los agentes del Sindicato Independiente de la Policía Local, lejos de contribuir a la paz social y calmar los ánimos del ya de por sí caldeado ambiente político, han decidido echar más leña al fuego y radicalizar sus protestas de cara a la Navidad. Como ya publicara este periódico hace una semana, los funcionarios se han propuesto boicoter la Cabalgata de Reyes, algo que ratificaron ayer en asamblea.

Sin embargo, ése no fue el único punto del día: los afiliados también decidieron protestar nuevamente ante el último pleno municipal del año (que se celebrará el próximo 30 de diciembre), así como no suscribir el ERTE (Expediente de Regulación Temporal de Empleo) anunciado por el Ayuntamiento y que requiere el consentimiento de los sindicatos. Como explicaron fuentes del SIP, con esa medida no se solucionará ninguno de los problemas del Cuerpo, por lo que la Policía mantendrá el pulso con el gobierno municipal también en este sentido.

«Que no hubiera metido esas 300 personas que ahora dice que sobran -reprochan desde el Sindicato a la alcaldesa-. No nos acogeremos por eso y por la falta de información que tenemos; sólo nos ha dicho que quiere hacerlo, pero lo que verdaderamente tiene que hacer es reunirse con nosotros y solucionar nuestros problemas».

Otra de las cosas que se están planteando los agentes es la posibilidad de denunciar nuevamente a la delegada de Seguridad, María del Carmen Martínez, pero esta vez por el episodio violento que un funcionario vivió en sus propias carnes hace unas semanas. El policía se encontraba en mitad de una intervención en la zona sur cuando fue agredido con un palo en la cabeza, por lo que tuvo que recibir cuatro puntos de sutura.

Su compañera se dispuso de inmediato a pedir refuerzos por la emisora de radio, pero se percató de que no había cobertura por lo que tuvo que desplazarse hasta conseguirla y dejar un rato solo al herido. Si ya se hubiera instalado el repetidor de la zona sur que tanto han demandado los profesionales, como ellos mismos recuerdan, nada de esto habría sucedido.

Desde el SIP confesaron de hecho que se sienten desprotegidos, pues algún día la cosa puede ir a mayores, por lo que sus abogados están estudiando si conviene interponer una demanda contra la delegada. Al final, como insisten, el tiempo ha acabado dándoles la razón, pues la falta de recursos materiales contribuye a una merma en el servicio y está poniendo en peligro su integridad física.