El fantasma de los años de plomo
Actualizado: GuardarItalia es un país históricamente misterioso y convulso, y en los setenta la violencia de extrema izquierda y fascista irrumpió en la vida pública. Fueron 'los años de plomo'. Cuando la tensión política se dispara siempre se teme que estalle por algún lado. Es verdad que Berlusconi no soporta la crítica, exagerando un síndrome interesado de persecución, pero ante el nivel de confrontación la derecha teme que se repitan fenómenos del pasado. Y es cierto que nadie en las últimas décadas ha atraído hacia sí tanto odio como el actual primer ministro. Llevado al extremo, hay quien le ve como un dictador y no es descabellado que a alguien le pueda parecer justificado el recurso a la violencia.
Estos días se piensa en el caso Calabresi, al cumplirse 40 años de la masacre de Piazza Fontana, el atentado con 17 muertos en un banco que abrió la llamada 'estrategia de la tensión' en 1969. Aún no se ha aclarado, pero fue obra de fascistas respaldados por servicios secretos, para inculpar a la izquierda y crear un clima de emergencia. Calabresi era el inspector que arrestó como sospechoso a Giuseppe Pinelli, un anarquista que murió en comisaría al caer de una ventana. La campaña de la izquierda contra Calabresi fue feroz, e incluyó a artistas e intelectuales. Al final, fue asesinado. La derecha vuelve a hablar de «responsables morales» del ataque a Berlusconi. Aunque mete en el saco a la prensa que denuncia sus desmanes y a los jueces que le procesan.