Al menos 13 muertos y 40 heridos en dos atentados suicidas en Afganistán

Afganistán ha vuelto a ser objetivo terrorista. En las últimas horas dos atentados han sembrado el pánico en Kabul y en Paktya y se han cobrado la vida de al menos trece personas. El primer ataque, ha tenido lugar frente a un hotel frecuentado por clientes extranjeros en el barrio diplomático de la capital afgana. En él, han perecido ocho personas y otras 40 han resultado heridas. En el segundo, un suicida ha acabado con la vida de cuatro afganos y un nepalí en un atentado cometido en la sede de una ONG.

En el caso de Kabul, la Policía atribuye los hechos a un terrorista suicida que se aproximó al establecimiento conduciendo un vehículo. El canal televisivo afgano Tolo ha mostrado de un automóvil ardiendo en el punto del atentado tras la explosión, que causó una humareda visible desde varios puntos de la ciudad y destruyó ventanas en los edificios cercanos.

El lugar de los hechos es el barrio de Wazir Akbar Jan, sede de edificios gubernamentales y decenas de embajadas, por lo que es una zona muy frecuentada por la mayoría de los expatriados que viven y trabajan en la capital afgana.

En un primer momento, el presidente afgano, Hamid Karzai, ha situado en cinco el número de fallecidos, aunque más tarde el Ministerio de Interior ha emitido un comunicado en el que cifró en ocho las víctimas mortales, cuatro hombres y cuatro mujeres. El atentado ha sido reivindicado por los talibanes, cuyo portavoz, Zabiullah Mujahid, ha asegurado que el suicida tenía como objetivo el hotel y la cercana residencia del ex vicepresidente Ahmad Zai Masud.

Kabul, objetivo terrorista

La tradicionalmente segura Kabul, donde la presencia de tropas extranjeras y el despliegue policial es masivo, ha sido escenario de frecuentes atentados suicidas y ataques con proyectiles contra edificios importantes en los últimos dos años.

El pasado 28 de octubre, cinco empleados de la ONU en Afganistán y cuatro afganos murieron en un asalto de un comando talibán a dos casas de huéspedes en el centro de la capital afgana, lo que llevó a la organización a decidir la reducción de su personal en el país.