El Gobierno penalizará la utilización injustificada de contratos temporales
Estudia suprimir los incentivos que ahora se destinan a convertir empleos eventuales en fijos para animar el aumento de las plantillas
MADRID.Actualizado:La reforma laboral que el Gobierno pondrá sobre la mesa de los interlocutores sociales el próximo enero penalizará el uso injustificado de los contratos temporales. El Ejecutivo trabaja en la supresión de los incentivos que ahora se destinan a transformar colocaciones eventuales en indefinidas, con la idea de poner todos los recursos a disposición de los empresarios que más arriesgan e incorporan nuevos miembros a sus plantillas estables. También intensificará la labor de la Inspección de Trabajo para detectar este tipo de irregularidades.
La propuesta de un «Acuerdo sobre Economía y Empleo» presentada por el presidente Rodríguez Zapatero a los dirigentes de las comunidades autónomas fija el primer trimestre de 2010 para concretar medidas. Desde la organización empresarial CEOE, su presidente, Gerardo Díaz Ferrán, acogió con agrado la convocatoria al diálogo, pero no pudo obviar el comentario de que iniciativas de este tipo se podrían haber adoptado mucho antes.
El plan del Gobierno persigue un equilibrio entre las esperanzas de empresarios y sindicatos. A los primeros les ofrece la entrada del sector privado en la intermediación de ofertas y demandas de puestos de trabajo, y la ampliación del campo en el que actúan las compañías de trabajo temporal. Más comprometida es la apuesta para abordar el absentismo con un mayor control de las bajas por enfermedad común. Los sindicatos, en principio, se dan por satisfechos con el descarte de un contrato anticrisis con fecha de caducidad.
'Línea roja'
Si algo tiene claro el Ejecutivo desde el inicio de la legislatura es que no dará carta blanca a un abaratamiento del despido. Esta 'línea roja' ya no la ve adecuada ni siquiera el secretario de Estado de Economía, José Manuel Campa, firmante hace unos meses del manifiesto de los 'cien economistas' que proponían la reforma del mercado laboral mediante la creación de un contrato único indefinido en el que las indemnizaciones por rescisión fueran progresivas, a partir de un menor importe. Ayer, Campa abogó por «buscar mecanismos que penalicen la temporalidad», y por fórmulas «de colocación continuada» a lo largo de la vida laboral que no estén vinculadas, en ningún caso, a aspectos como el coste del despido. Lo hizo en un coloquio organizado por 'Cinco Días' y la consultora Accenture.
El Gobierno es consciente de que la expectativa laboral de cuatro de cada diez españoles con edad y ganas de trabajar es, «desde hace 20 años, el paro o la temporalidad», según reconoció el secretario de Estado. Por eso, y porque la tasa de desempleo entre los jóvenes roza el 40% -y escala el 53% en el colectivo de 16 a 19 años- José Manuel Campa abogó por devolver al ámbito de la formación a quienes «optaron por abandonarlo para acudir a la llamada de empleos precarios». A su juicio, el aumento de la productividad de la economía pasa de forma ineludible «por la mejora de la cualificación profesional».
Los sindicatos también están dispuestos a colaborar en esa mejora. Asumen, de partida, incorporar a la negociación colectiva una mayor flexibilidad interna en el marco de las empresas. Las compañías que lo necesiten podrán incrementar la jornada en los momentos 'punta' de producción o reducirla cuando llegan los peores momentos. Incluso se contempla la posibilidad de compatibilizar un horario más corto con menor salario y prestación complementaria.
Las centrales tampoco se oponen a la entrada del sector privado en la intermediación de las ofertas y demandas de empleo. Antes de dar su consentimiento, apuestan por conseguir unos servicios públicos estatales -antiguas oficinas del INEM- eficientes y capaces de atender de forma más personalizada a los integrantes de la masa de parados que a diario se agolpan en estos locales.
No en vano España sigue siendo el segundo país de la UE que más puestos de trabajo destruye, sólo superado por Letonia. El empleo cayó el 1,5% en el tercer trimestre del año respecto al segundo, mientras en el país báltico el retroceso fue del 5,7%, según datos aportados por la oficina estadística comunitaria. En el conjunto de la UE el mercado laboral sufrió un deterioro del 0,5%, con descensos en todos los países excepto en el Reino Unido, que logró mantener la ocupación estable. La comparación interanual modifica la relación. En este caso España, con una caída del 7,2% en el empleo, se ve superada por Letonia, Estonia y Lituania.