DULCES

Agotadas las existencias de ¡Qué rico, Dios mío!

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Los 3.100 kilos de repostería navideña de los conventos de clausura de Cádiz no han sido suficientes para cubrir el fin de semana. Ya se han agotado. Los gaditanos no han necesitado más que una tarde para comprar sin reservas los dulces postres de las monjas en la última edición de ¡Qué rico, Dios mío!. Además, este año, llegaban con nuevas incorporaciones, el de las Hermanas de Belén, que trajeron mermeladas y confituras tradicionales y otras muy originales de flores, café, cítricos o frutos secos.