Chile vislumbra el cambio
La derecha es la gran favorita por primera vez en las elecciones desde el final de la dictadura
Actualizado:La derecha chilena acaricia por primera vez en más de medio siglo la victoria en las elecciones presidenciales del país. Pese a la elevada popularidad de Michelle Bachelet y las dos décadas de avances sociales liderados por la Concertación de socialistas y democristianos, el empresario multimillonario Sebastián Piñera está a un paso de desalojar del Palacio de La Moneda al conglomerado progresista. Su triunfo en la primera vuelta de los comicios que se celebra hoy supondría no sólo el estreno de la alternancia en el poder desde el final de la dictadura de Pinochet, sino que recompodría el mapa político de América Latina, dominado en los últimos años por gobernantes clara inspiración izquierdista.
Piñera, de la derechista Coalición por el Cambio, es el claro favorito en unos comicios para los que se han inscrito más de ocho millones de chilenos para elegir presidente, renovar completamente la cámara baja de 120 asientos y la mitad del Senado, integrado por 38 legisladores. Los últimos sondeos adjudican al líder conservador una intención de voto del 44%. Si se cumple ese vaticinio y no logra la mayoría suficiente, Piñera deberá competir el 17 de enero con el segundo candidato más votado que sería, según se presume, Eduardo Frei, senador democristiano de la gobernante Concertación.
Frei, que ya fue presidente de Chile entre 1994 y 2000, tiene el respaldo del 31% de los votantes. Los pronósticos sugieren que incluso en la segunda vuelta Piñera se impondría. Pero la última palabra no está dicha porque la oferta progresista, en estos comicios, está muy dispersa entre distintos candidatos.
En 2005, cuando Piñera perdió ante Bachelet en primera y segunda vuelta, la derecha presentaba dos candidatos. Ahora los papeles se han invertido. Los conservadores tienen un aspirante único con un discurso renovado y los progresistas cuentan otras dos propuestas además de la que representa Frei. Y es que dos candidatos abandonaron este año la Concertación. Uno es el diputado independiente Marco Enríquez Ominami, que cosecha un 17% de adhesiones, y otro es Jorge Arrate, que representa a los comunistas y a la izquierda cristiana y recoge el 7% de los apoyos. Si gana Piñera será la primera vez que un líder derechista triunfa en las elecciones chilenas en más de medio siglo. La última vez fue en 1958 cuando Arturo Alessandri logró la victoria.
La conquista del gobierno, en primera o segunda vuelta, representaría un cambio de tendencia en la región, dominada por gobiernos de izquierda o centroizquierda. Con excepción de Álvaro Uribe en Colombia, los países sudamericanos son gobernados por presidentes progresistas. El desgaste sufrido por la coalición que gobierna Chile desde el final del régimen de Augusto Pinochet (1973-90) sumado a la falta de carisma de Frei oscurecieron los logros de la Concertación en estas dos décadas, sobre todo en materia económica y social.
La Concertación no sólo puede presumir de la modernización del país en los últimos años. Los sucesivos gobierno del conglomerado progresista plantaron cara al pasado y juzgaron a los militares que participaron en la represión durante la dictadura. Hace una semana, Santiago fue escenario de un multitudinario y tardío funeral al cantante comunista Víctor Jara, asesinado hace 40 años por los hombres de Pinochet. También se conoció el arresto de seis personas por el crimen del padre de Frei, el ex presidente Eduardo Frei Montalva, que gobernó el país antes de Salvador Allende.