
El Sevilla asalta el fortín de El Molinón
Kanoute inició su gran encuentro marcando el gol que ha supuesto la victoria para los andaluces en el campo del Sporting de Gijón
Actualizado: GuardarUn solitario gol de Frederic Kanouté en el minuto 9 dio la victoria al Sevilla ante el Sporting que encaja su segunda derrota consecutiva esta temporada y pierde por primera vez en El Molinón.
El Sporting avisó dos veces nada más iniciarse el partido. Primero fue De las Cuevas que obligó a Palop a realizar una gran parada enviando el balón a córner a cuyo saque Gregory remató de cabeza saliendo el balón rozando el poste, ambas jugadas en el minuto dos del encuentro y con los sevillistas tomándole aún las medidas al campo.
Los primeros minutos el Sporting apretó en ataque pero sin acierto todo lo contrario que los andaluces que en su primera llegada clara a las inmediaciones de Juan Pablo lograron marcar tras una gran y veloz combinación entre Kanouté y Navas cuyo centro fue rematado por el jugador de Mali a bocajarro ante el que el portero rojiblanco nada pudo hacer.
El Sevilla empezó a imponer su mayor calidad y el peligro cambió de área ante una defensa local que se mostró bastante nerviosa en esos momentos hasta el punto de que Navas pudo haber marcado el segundo en un remate otra vez libre de marcaje, pero Gregory logró sacar el balón bajo los palos en los que fueron los mejores momentos para los sevillanos.
Sin embargo, Adriano, que hasta ese momento estaba siendo de los mejores de su equipo, se lesionó y tiene que ser sustituido por el joven Valiente que en su primera intervención vio la tarjeta amarilla por una dura entrada a Barral.
La lesión de Adriano obligó a Jiménez a modificar la composición de su defensa, ya que Valiente entró de central y Konko se fue a la banda derecha, modificaciones que coincidieron con la reacción rojiblanca que de nuevo llevó peligro a las inmediaciones de Palop, quien de nuevo hizo otra gran parada, ésta al lanzamiento de una falta por parte de José Ángel.
El Sporting volvió a mandar sobre el terreno de juego y el público a pensar en la remontada y a meterse con el árbitro, por considerar que no estaba midiendo a los dos equipos por el mismo rasero.
Entre falta y falta en contra, los locales se plantaron de nuevo en el área sevillista en una jugada en la que Diego Castro se llevó el balón a trompicones y remató en vaselina por encima de Palop pero también del larguero.
Un partido sin dueño
En el comienzo de la segunda parte el juego de ambos equipos bajó considerablemente en intensidad y el balón permaneció todo el tiempo en el centro del campo con los futbolistas queriendo hacer cosas pero sin conseguirlo hasta que un balón suelto llegó a los pies de Navas, quien con muchos metros por delante metió la directa para luego asistir a la llegada de Kome al que le faltaron centímetros para poder rematar.
Preciado tomó la decisión, ante el flojo partido de Pedro y Diego Castro, de dar entrada a Carmelo y Maldonado, en un intento de hacer reaccionar a su equipo y cambiar el signo del partido que en esos momentos estaba siendo de muy floja calidad.
A falta de mejor juego, el Sevilla estuvo a punto de incrementar su cuenta al aprovecharse de un Sporting, cuyos jugadores protestaron en reiteradas ocasiones las decisiones del árbitro, y que descuidó las acciones defensivas, pero Negredo no estuvo acertado en las dos claras ocasiones de que dispuso.
Barral a falta de 10 minutos le ganó la acción a Dragonitinovic y se plantó ante Palop, pero disparó al lateral de la red cuando se encontraba en inmejorable situación para marcar en los mejores minutos del Sporting que de nuevo vio como Maldonado no acertó en un remate al borde del área o como Gregory quiso hacer una chilena, pero falló estrepitosamente.
Los locales lo intentaron hasta el final pero adolecieron de su falta de pegada en ataque y el Sevilla acabó rentabilizando su gol de los primeros minutos para llevarse los tres puntos infligiendo al Sporting la primera derrota de la temporada en El Molinón y la segunda consecutiva en esta liga también por primera vez.