La fiebre por el 'funky' toma el Aulario La Bomba

Una adolescente se ata los cordones de las zapatillas, unas converse de un azul eléctrico, al tiempo que su amiga se coloca escrupulosamente un pañuelo en la cabeza con el lazo hacia arriba. Junto a ellas, unos chicos preuniversitarios prueban sus últimos pasos de baile, salidos del último videoclip de Justin Timberlake, el Michael Jackson del siglo XXI.

Cientos de jóvenes esperan ansiosos la aparición estelar de sus ídolos sobre el improvisado escenario del Aulario La Bomba. ¿Estrellas del pop? No, cuatro bailarines veinteañeros de la última edición de 'Fama, a bailar', el reality que ha puesto el término 'coreo' en boca de todos y ha alimentado la pasión de miles de preadolescentes por el funky, el street dance y los ritmos más próximos al hip hop.

Sara, Yurena, Miguel Ángel y Ginés, cuatro de los ex concursantes de la pasada edición de Fama ofrecieron ayer una clase magistral ante cientos de niños y jóvenes gaditanos, que danzaron al ritmo de los últimos éxitos de Madonna o Beyoncé. Impulsados por una explosión de vatios, la joven audiencia se dejó la piel sobre la pista durante las cuatro horas que duró la clase.

La iniciativa, organizada por la discoteca jerezana Fangoria´s y apoyada por el Instituto Andaluz de la Juventud, fue un auténtico éxito al congregar a chavales de todas las edades. Los más pequeños, se agolpaban en las primeras filas, algunos acompañados incluso de sus padres, mientras que el resto de avezados alumnos se repartían por todo el espacio.

Ataviados con la clásica indumentaria que predomina en el programa, una mezcla entre la estética ochentera, la ropa deportiva y la rabia del rock, chicos y chicas de todas las edades se abandonaban a los frenéticos pasos de sus catódicos tutores.

La jerezana Sara Clavijo fue la primera en aparecer en escena, haciendo alarde de una magnética conexión con sus pupilos. «Estudié para ser profesora», resume. Aunque reconoce no ser una de las bailarinas con más técnica que han salido de la escuela de 'Fama', «consigo conectar con la gente». «Les enseño coreografías sencillas para que se lo pasen bien», apunta. Junto a ella, la canaria Yurena, demuestra sus dotes en street dance ante el enfebrecido público. «A veces te perjudica haber participado en el programa a la hora de presentarte a castings», reconoce en relación a la resaca 'post Fama'. Su compañero Ginés añade: «No todos los concursantes hemos tenido la misma suerte, pero cuando consigues trabajos por ti mismo, la satisfacción es mayor».

Miguel Ángel, por su parte, asegura que si no le sale ningún trabajo en los próximos meses está más que dispuesto a montar una escuela de danza propia. «Ya he mirado locales y todo», sentencia.

Mientras estos cuatro bailarines comparten sus impresiones sobre las luces y sombras de la fama, fuera cientos de seguidores imitan sin descanso las coreografías que aprendieron frente a la pantalla del televisor. Algunos incluso, serían duros competidores para sus jóvenes maestros.