La Pepa 2012, la fiesta de todos
DIRECTORA GERENTE DEL CONSORCIO PARA LA CONMEMORACIÓN DEL II CENTENARIO DE LA CONSTITUCIÓN DE 1812 Actualizado: GuardarA las cero horas del 1 de enero de 2010 arrancará la conmemoración oficial de La Pepa 2012 con la retransmisión de las campanadas de año nuevo desde la Iglesia Mayor de San Fernando. Lo hará en el marco de una
celebración, la de los doscientos años de la convocatoria a Cortes Generales y Extraordinarias de la Real Isla de León, cuya labor dos años más tarde significó la promulgación de la primera carta magna liberal de nuestro país, aquella que habría de cambiar los destinos de nuestro pensamiento político y marcar el inicio de la España moderna.
Conforme se acercan las fechas -la del bicentenario isleño en 2010 y de Cádiz en 2012- el nombre de aquella constitución madre de libertades resuena cada vez más en el espíritu de las personas, instituciones y ciudadanos que son y serán protagonistas de este acontecimiento. La Pepa 2012 aspira a ser una gran fiesta ciudadana y tiene ante sí el gran reto de inaugurar un modelo único en el marco de las celebraciones y eventos de carácter estatal.
La Pepa 2012 no será una conmemoración institucional, no será un acto académico o una programación cultural sino que las será todas juntas. No será sólo una fecha histórica y política sino, también y sobre todo, social y ciudadana. El gran reto de las personas e instituciones que coordinamos este proyecto es responder a las expectativas de un evento que no tiene un modelo al que mirar, que es absolutamente pionero desde su naturaleza hasta su desarrollo. Aquí, la creatividad, el esfuerzo, la generosidad y el trabajo duro de todas las administraciones miembros del Consorcio del Bicentenario se pone a prueba en un ejemplo único de coordinación entre organizaciones y lealtad institucional.
Un evento que nos va a poner frente a frente a los ciudadanos y a la historia, pues sólo ella valorará si los gaditanos del siglo XXI fuimos capaces de dar ese gran salto que este territorio esperaba y se merecía. Todos estamos invitados a este gran viaje y todos debemos conducir nuestros esfuerzos, olvidando intereses parciales, en beneficio de aquello que compartimos, de nuestro futuro común.
Este gran programa que es La Pepa 2012 tiene en San Fernando su primera etapa y en Cádiz su Destino final. La Pepa 2012 debe ser la gran fiesta de las libertades y la democracia, ésa que nos permita conocer y celebrar nuestro pasado pero también repensar cuál será nuestro papel en el futuro como parte de España y de Europa y como la puerta que siempre fuimos de América en el viejo continente. Lo académico y lo ciudadano, lo político y lo cultural, se deben dar la mano en este formato en el que cada gaditano tendrá algo que decir. En el que cada empresa, cada institución, deberá responder ante las expectativas y los ojos del mundo.
Que sepamos priorizar el bien común por encima de los localismos, trabajar más allá de las individualidades y olvidar los intereses políticos en pro del bien común será la base fundamental de La Pepa 2012, la cual a su vez ha de tener cada resorte, cada pieza institucional y humana, engrasada al 200% de sus posibilidades.
La Pepa 2012 conectará a Cádiz con el mundo y son muchas las infraestructuras y proyectos que están en marcha para que dentro de dos años la provincia y la Bahía estén más y mejor comunicadas. Hace doscientos años España fue primero una Isla y luego el faro de las libertades. En 2012 España volverá a ser Cádiz entendida como una gran plataforma cultural y social que toma el testigo de los constitucionalistas del Doce para encarar los debates del siglo XXI.
Convertidos en espacios fundamentales del evento de La Pepa 2012, el Oratorio San Felipe Neri y el Castillo de San Sebastián se convertirán en el corazón y los pulmones de la fiesta pero no serán los únicos. Cada calle de Cádiz, cada casa, tendrá algo que ver con esta fiesta y, de manera directa o indirecta, se contagiará de su fuerza y su alegría. Una fuerza con la que debemos reinventarnos para construir nuestro futuro sabiendo que un día fuimos parte fundamental de España y de América, una fuerza con la que debemos beber de nuestro pasado para retomar aquel alma política e iberoamericana que nos hizo grandes. Todos somos parte del proyecto, de todos depende que funcione el engranaje.
De todos depende que, juntos, seamos capaces de vivir La Pepa 2012 y recuperar ese espíritu que nos hace únicos: el espíritu de Cádiz.