Otra vuelta de tuerca
Actualizado:La llegada de la Navidad parece haber exacerbado los ánimos de los nuevos libertinos. A cada nueva hoja del calendario, crecen los ánimos de los jacobinos del siglo XXI, abortistas sin freno y apóstoles de la nueva educación sexual a edad temprana.
La Esquerra e Izquierda Unida no cesan en su combate contra la vida, y ahora plantean la sexualidad impúber y el aborto hasta la semana 22, una barbaridad de hondo calado brutal y despiadado, como la izquierda radical ha sido siempre, brutal, despiadada y liberticida.
La izquierda enterró a Marx con pocos honores pero por la puerta de atrás, sin funerales de estado ni grandes manifestaciones públicas.
Las grandes manifestaciones públicas tenían lugar en el derribado muro de Berlín, mientras la izquierda, que condenaba con la boca pequeña los regímenes populares, añadiendo siempre un pero o una matización, se hundía en la miseria o se reconvertía a otras doctrinas. Murió Marx y aparecieron Foucault y los posmodernos, los ecologistas radicales de la deep ecology y los adalides del Gran Simio, con Peter Singer y Paula Cavallieri, para decirnos que la ética debía convertirse en etología. Y la izquierda aplaudía y se sumaba al carro de las nuevas ideas, como si hubieran sido suyas de toda la vida.
Ahora combate contra la vida del no nacido, mientras salva ballenas en remotos parajes, apadrina niños famélicos en el Tercer Mundo y le hace un guiño al Rey para que intervenga en favor de Haidar y convenza al tirano alahuita de que la dignidad de la persona no es sólo un invento occidental. La izquierda cantaba a la famélica legión de los parias de la tierra, pero es incapaz de ayudar a la mujer embarazada a salir adelante del oscuro callejón del aborto.
La izquierda creaba socorros rojos en el pasado pero ahora es incapaz de crear socorros de mujeres embarazadas, y arremete contra el no nacido aprovechando que se acercan las fiestas de aquél que nació en Belén y redimió a la humanidad con el precio de Su Sangre, algo que la izquierda siempre ha valorado cuando se trata de los suyos, pero no cuando se muere por otros ideales que no les parezcan correctos.
Ahora que se acerca la Navidad que la izquierda también quiere recortar, el destello de la Luz de Belén, Luz de Vida, tiene a la izquierda emberrenchinada.