![](/cadiz/prensa/noticias/200912/12/fotos/1369157.jpg)
Las zambombas más genuinas
Juan de la Plata fue el precursor en 1967 de la recuperación de estos festejos que ahora están tan arraigadosEsta tradición se ha convertido con el paso del tiempo en un patrimonio de la ciudad
JEREZ. Actualizado: GuardarDurante las décadas de los años 50 y de los 60 del pasado siglo, en Jerez se respetaban las costumbres y las tradiciones. Recuerdo como durante la Semana Santa la gente era más respetuosa, hablaba quedamente, los coches no tocaban el claxon, las emisoras de radio cambiaban su habitual programación musical emitiendo música sacra, los hombres vestían de oscuro con corbata negra y las mujeres hacían lo propio llevando colores más discretos, como eran los grises y morados, incluso de negro luto, sobre todo el Jueves y el Viernes Santo, días en los que salían las procesiones de penitencia.
Jerez siempre fue un pueblo muy apegado y fiel a sus tradiciones. Igualmente, cuando se aproximaba Navidad la alegría del nacimiento del Niño Dios llegaba a las casas inundándolas de apetitosos olores, de los dulces que nuestras madres y abuelas solían hacer manualmente en aquellas rústicas pero amplias y relucientes cocinas. Esto por lo general, ocurría el día que nos daban en el colegio las vacaciones. A nuestra vuelta olían los corredores y las antecocinas a semillas de ajonjolí, sésamo, matalahúga y anís; ingredientes básicos que junto con la miel embriagaban los sentidos.
Aquellas espaciosas casas familiares en cuyos patios compartíamos primos y hermanos juegos y travesuras, se convertían por entonces en auténticas zambombas jerezanas. Todos acudían al patio a cantar viejas canciones que solían entonarse a ritmo de la zambomba, la pandereta y el almirez; siendo nuestros mayores quienes se recordaban unos a otros las diferentes estrofas de los villancicos. Este acontecimiento que tanto nos gustaba a los niños y que, como decimos, puntualmente se celebraba en Jerez por Navidad llenando la casa de alegría, cayó repentinamente en desuso con la llegada de la televisión. Niños y mayores quedaron prácticamente embobados -nunca mejor dicho- ante aquella caja tonta que acabó con muchas de nuestras costumbres y tradiciones, tales eran las tertulias y juegos familiares de los que tanto aprendimos los niños; entre los que se encontraban los juegos mentales y de cálculo, los manuales de magia, amén de acertijos y adivinanzas que tanto nos divertían y hacían reír.
Con la aparición de la televisión todo se fue al garete, nuestros mayores dejaron de prestarnos aquellas atenciones y olvidaron de nuestras tradiciones llegándose a tomar el concepto de que, celebrar el nacimiento del Niño Jesús con villancicos y canciones, era poco menos que de gente anticuada cuando no de ¿poca clase? Permitiéndose la americanada del árbol de Navidad y del Santa Claus que quedaba como más moderno y elegante.
Labor de recuperación
Pero fue allá por el año 1976 que Juan de la Plata, jerezano de pro, investigador y defensor de nuestras tradiciones, inició una encomiable labor de recuperación de los tradicionales villancicos y zambombas navideñas jerezanas, tan arraigadas a Jerez en otros tiempos, las que volvieron a escucharse gracias al Aula de Folklore de la cátedra de Flamencología. En el año 1980 la cátedra nombró director artístico al guitarrista Parrilla de Jerez, quien preparó una Misa del Gallo Flamenca en la que se recrearon viejos villancicos jerezanos con músicas populares navideñas. Ni que decir tiene, que el maestro Manuel Fernández Molina montó toda la misa, que la noche del 24 de diciembre de aquel mismo año fue cantada por el coro de la cátedra en la basílica-santuario de Nuestra Patrona, la Santísima Virgen de la Merced, siendo un verdadero éxito. Tal fue la repercusión, que al año siguiente se repitió en la iglesia de Santiago, resultando insuficientes las naves de dicho templo para acoger al gentío que acudió en masa a escuchar dicha misa flamenca de la Navidad jerezana. Desde entonces las Peñas Flamencas de Jerez comenzaron a celebrar cada año las primeras fiestas de zambombas y villancicos bajo el título genérico de Fiestas de la Nochebuena de Jerez.
Hoy día, aquella antigua tradición se encuentra totalmente recuperada y consolidada; no sólo por las peñas, sino que ya se celebran en las asociaciones de vecinos, bares, centros culturales y de ocio, etc. Todo esto, como decimos, ha sido gracias a la Cátedra de Flamencología y a su presidente Juan de la Plata.
Posteriormente, la anterior Caja de Ahorros de Jerez prosiguió esta labor grabando en 1982 el primer disco de la serie 'Así canta nuestra tierra en Navidad', continuando como director musical el maestro Parrilla de Jerez quien durante años llevó a cabo una ardua tarea de investigación. Recopilación y musicalización de todo este acervo cultural jerezano, que se ha enriquecido y cobrado mayor importancia con la participación de las diferentes voces de los grandes artistas de la canción y del flamenco que han participado en ella.
En la actualidad, esta colección forma parte de nuestro patrimonio, del que todos los jerezanos debemos estar orgullosos; máxime si ahora la Junta de Andalucía ha declarado a esta parte de nuestro folclore Bien de Interés Cultural.