La 'corte' de Aminatu
El «entorno de Haidar», como les calificó Moratinos, niega haber presionado para continuar con el ayuno Actores, saharauis y personas anónimas acompañan a la activista
LANZAROTE.Actualizado:Un grupo de hombres y mujeres de distintas nacionalidades custodia y acompaña a Aminatu Haidar desde el 14 de noviembre, día en la que fue deportada por Marruecos y trasladada por las autoridades españolas -contra su voluntad- al aeropuerto de Lanzarote. Esta plataforma se ha convertido en los ojos, los pies, la voz, las manos y en los oídos de la activista saharaui, que se pasa la mayor parte de la jornada postrada en su camastro, debilitada por los 26 días consecutivos de ayuno.
Conforman el «entorno» de Haidar, como los bautizó el ministro Miguel Ángel Moratinos, que, además, les acusó de asesorarla mal. «Quien crea que Aminatu se deja manipular o guiar es que, sencillamente, no la conoce», asegura Omar Bulzan, representante en Canarias de los refugiados que viven en los campamentos de Tinduf.
Bulzan asevera que muchos han subestimado a Haidar. «Pensaban que era una mujer sin cultura, manipulable, pero se han encontrado con una luchadora por los derechos humanos, con mucha preparación y con una fuerte voluntad».
Edi Escobar, periodista jerezana afincada en Sevilla, es una de las personas que pasa más tiempo junto a Haidar. La acompaña desde el primer día que durmió en la terminal internacional del aeropuerto de Lanzarote. «La plataforma en apoyo a Aminatu se formó espontáneamente, pero no somos unos 'yuppiguais' de la vida, sino que la mayoría tiene una trayectoria en cooperación con los saharauis», explica.
Símbolo
Su relación particular con Aminatu viene de lejos: «Es un símbolo para todos los que luchamos por los derechos humanos, pero además coincido con ella siempre que tiene que desplazarse hasta Sevilla para las revisiones médicas a las que debe someterse, por las secuelas que le dejó los cuatro años que pasó en cárceles marroquíes». Edit sonríe cuando se le recuerda que algunas voces apuntan a que el «entorno» influye a Haidar para que siga en huelga de hambre. «Ella es su propio portavoz y, para quien no la conozca, diré que en el Sáhara le llaman 'la palabra', porque siempre cumple lo que dice».
La actriz Lola Dueñas, sin maquillaje, en vaqueros y con una camiseta de manga corta prestada -va y viene desde Madrid a Lanzarote y, a veces, se queda más tiempo del que tenía previsto- colabora en lo que puede: a veces le toca leer manuscritos de Haidar ante los periodistas y otras, simplemente, hace fotocopias. Cuando se le insinúa la posibilidad de que muera a causa de inanición, Dueñas se emociona visiblemente: «No me digas eso, esto tiene que acabar de la única manera posible, que es con Aminatu regresando a El Aaiún», sentencia.
Hamudi Iselmo juega un papel importante en la Plataforma de Apoyo a Aminatu Haidar. Es el presidente de la Asociación de Saharauis en Canarias, que aglutina a unas 2.700 personas. Siempre hay, al menos, siete compatriotas en las cercanías del habitáculo de Haidar, que hacen guardia al más puro estilo militar, con relevos cada cuatro horas. «Tenemos que custodiarla día y noche, porque por este aeropuerto pasan muchos marroquíes y la seguridad del Gobierno de Marruecos manda espías y gente que puede hacerle daño», justifica Iselmo.
Willy Toledo es otro de los actores que más se está involucrando con la causa. «¡Mira los que somos!, chavales y chavalas normales, dime, ¿dónde ves a los espías argelinos?», responde Toledo cuando se le plantean los comentarios que han surgido desde Madrid y Rabat en relación con la implicación del Gobierno de Argelia en la decisión adoptada por Haidar. «El problema es que quieren desviar la responsabilidad de los gobiernos hacia las personas que estamos aquí». Toledo pone el acento en una cuestión: «Parece como si ella hubiera querido formar todo este jaleo, como si quisiera estar aquí, pero Aminatu donde quiere estar es en El Aaiún con sus hijos».