Guardiola y Pochettino se saludan durante un acto protocolario celebrado ayer en el Nou Camp. :: EFE
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Sed de venganza camuflada

El Espanyol llega al Nou Camp sin Tamudo ni De la Peña, verdugos en aquel partido, y tampoco estará Messi entre los azulgranas Aunque Guardiola lo niegue, el Barça no se olvida del 1-2 del curso pasado

BARCELONA. Actualizado: Guardar
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El exitoso 2009 que el Barça intentará culminar la próxima semana con la conquista de su sexto título, el Mundial de clubes, tuvo un borrón: la derrota ante el Espanyol en el Camp Nou. El equipo blanquiazul, que llegaba como colista, venció 1-2 en el Camp Nou con dos goles de Iván de la Peña y eso es algo que el culé no olvida, sobre todo porque fue la tercera visita liguera consecutiva en la que los periquitos puntuaban en el estadio del eterno rival de la ciudad. El 0-0 de la 2007-08 fue una anécdota comparado con lo sucedido en la 2006-07, cuando dos goles de Tamudo en la penúltima jornada colocaron un 2-2 en el marcador que puso la Liga en bandeja al Madrid. Este sábado no estarán los verdugos, De la Peña y Tamudo, ambos lesionados, y el Espanyol atraviesa un pésimo momento que le acerca a velocidad endiablada a los puestos de descenso, pero con esos tres precedentes el líder no se fía.

Asegura Pep Guardiola que «no hay ningún ánimo de venganza ni espinas clavadas». «Es un partido nuevo y lo afrontamos con las mismas ganas de siempre», dice, pero él sabe mejor que nadie que en su vestuario se le tienen tantas ganas al Espanyol que le va a costar mantener la calma de sus jugadores. Ya sucedió la pasada temporada en el mencionado 1-2, cuando el Barça no supo controlar las circunstancias de tensión que surgieron con la dureza del conjunto de Pochettino hasta el punto de que Keita fue expulsado.

La mayoritaria presencia de canteranos en la plantilla azulgrana conlleva que este sea el duelo especial que todos han mamado desde pequeños, pues se han enfrentado en todas las categorías por los títulos catalanes. Llevan en la sangre querer ganar al Espanyol y la ansiedad puede aparecer. El técnico azulgrana se espera un desarrollo del choque parecido al de la campaña anterior: «Será un partido terriblemente duro, de mucho contacto, ante un rival que nos apretará arriba y buscará fricciones. Pochettino es un entrenador argentino que sabe transmitir la agresividad necesaria a sus jugadores». El de Santpedor incluso hizo un llamamiento a la afición: «Para que nos eche una mano en un partido que será igualado, seguro, y en el que necesitaremos su apoyo».

Una ausencia importante

En ese escenario de tensión deportiva no estará Leo Messi, que sufrió un esguince de tobillo en Kiev y que intentará recuperarse para el Mundial de clubes en Abu Dhabi. El argentino sí aparecerá antes del encuentro para ofrecer a la afición el Balón de Oro que 'France Football' le entregó el pasado domingo. Pochettino se evita un problema: «Sin Messi el Barça pierde al mejor jugador del mundo.

Nadie te aporta lo que él, te puede romper un partido, aunque el que genera el fútbol es Xavi». El técnico del Espanyol sí espera «ganas de revancha deportiva» en el Barça y deja claro que su equipo no da el encuentro por perdido de antemano: «No es cierto que no tengamos nada que perder, tenemos tres puntos en juego y una imagen que cuidar». Además de De la Peña y Tamudo también son baja Moisés, clave en el pivote defensivo, David García y Marqués.

Guardiola y Pochettino, que este viernes se hicieron la tradicional foto conjunta previa a los derbis, aportaron al enfrentamiento la cordura deportiva que requería tras las nuevas fricciones surgidas ente los directivos. «Yo no hablaría de derbi ciudadano, sino de derbi metropolitano», dijo Joan Laporta en referencia a la nueva ubicación del estadio del Espanyol, en Cornellà, población limítrofe con Barcelona. «Me importa un pepino lo que diga este señor», contestó Dani Sánchez Llibre. Luego llegaron las medias disculpas, pero una vez más este sábado no se realizará la clásica comida entre directivas pese a que el Barça ya la había montado en el restaurante de un céntrico hotel de la ciudad. En el palco del Camp Nou sí habrá una representación del club blanquiazul.