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Economia

Emilio Botín sale en defensa de la deuda de España

M. J. A.
MADRID.Actualizado:

El presidente del grupo Santander, Emilio Botín, salió en defensa de la calidad de la deuda del Reino de España, puesta en cuestión por la firma Standard & Poor's por sus proyecciones sobre la evolución del déficit público.

Aunque ha crecido en una proporción importante, reconoció, el punto de partida «es mucho más bajo que el de otros países». El dirigente bancario animó a los sectores público y privado a realizar «un esfuerzo conjunto» para mantener el rating de España. Casi al mismo tiempo, el presidente del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, utilizaba parecidos argumentos en su encuentro con los empresarios. Tras afirmar que el Tesoro se sigue financiando «en condiciones absolutamente normales», Zapatero evocó que «el ratio de cobertura de las subastas de emisión de deuda está alrededor del 200% por encima del 2008».

«Pese al esfuerzo fiscal que estamos realizando, la proporción de deuda sobre el PIB estará casi veinte puntos por debajo de la media europea», aseveró.

Todo ello sin olvidar que dos de las principales agencias de rating, añadió «han confirmado la máxima calificación para nuestra deuda». Una calificación «que el Gobierno comparte plenamente», aseveró el presidente del Gobierno.

En el mercado mayorista del dinero, la prueba se superó por la mínima. A pesar de la desconfianza de la agencia de calificación, que ha rebajado de «estables» a «negativas» las perspectivas de la economía española, el Tesoro logró colocar en la subasta de bonos a diez años convocada ayer títulos por importe de 2.087 millones de euros con relativa holgura, puesto que la demanda cubrió 2,1 veces la oferta.

El bono, más caro

Pero esa cifra roza el suelo de lo previsto -la iniciativa se planteó con un techo de 3.000 millones- y el precio fue ligeramente más elevado, 3,896% de rentabilidad, frente al inicial 3,880%.

Esta diferencia es la que marca el sobrecoste, de momento muy controlado, de la consideración de Standard & Poor's. Casi un año después de que la agencia excluyera a España de la selecta lista de los países con máxima calidad crediticia, sus expertos lanzaron un nuevo aviso. Si las autoridades no se aprestan a poner remedio, en el periodo de dos años las emisiones del Reino de España podrían bajar de calificación. Un nuevo descenso tendría sensible impacto, porque la financiación de una economía está estrechamente vinculada a la consideración del riesgo.

En las horas que siguieron a esta operación, el diferencial de la deuda de España con el bono alemán continuó subiendo. Nada alarmante, de momento. La rentabilidad del título a diez años se llegó a situar en la sesión en el 3,91% frente al 3,17%, lo que implica una distancia de 74 puntos básicos, el diferencial más elevado que se registra desde el pasado mes de julio.