LA PRÓRROGA

El milagro de Cáceres

El ex-jugador, al que dispararon en la cabeza para robarle y que se debatía entre la vida y la muerte, mejora día a día

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Era algo impensable hace un mes pero el ex futbolista argentino Fernando Cáceres, que recibió un balazo en el ojo derecho el pasado uno de noviembre y tiene una fractura en la base del cráneo, no sólo eludió la muerte sino que se recupera día a día. El proyectil lo tiene alojado en la cabeza, pero el ex del Celta, Valencia y Zaragoza resiste y sorprende con su vitalidad a médicos y familiares.

«Su mejoría paulatina se debe a que fue operado rápidamente. Después, a su complexión atlética, sin factores de riesgo previos, y por último a un milagro porque el panorama cuando ingresó no era nada alentador», admitió el médico Ruben García, director del Hospital Ramón Carillo donde permanece internado.

García lo había reconocido semanas antes. «Las características físicas de Cáceres, por su condición de deportista, ayudan a que esté compensado en su aparato cardiovascular y respiratorio. Otro paciente de estas características ya habría fallecido», aseguró.

A los 40 años, el zaguero, ya retirado del deporte profesional, llevaba una vida relajada. Volvía de madrugada con su novia en su automóvil marca BMW cuando otro vehículo se les interpuso en la localidad bonaerense de Ciudadela. Un grupo de adolescentes, de entre 15 y 17 años de edad, se le acercó para robarle el coche y ante su aparente negativa le dispararon en la cara. Los jóvenes fueron reconocidos y están detenidos.

El disparo fue efectuado a muy corta distancia y entró por el ojo derecho del ex-futbolista. Cuando ingresó en la Unidad de Cuidados Intensivos del hospital lo hizo en coma y desde un principio los médicos advirtieron a sus familares de la posibilidad de un desenlace fatal. De inmediato fue operado, le extirparon el globo ocular, pero no pudieron extraerle el proyectil. Veinticuatro horas después los facultativos que le asistieron reiteraron que el cuadro era gravísimo. El paciente se debatía entre la vida y la muerte, mientras el grave atentado sacudía las entrañas de la Argentina futbolística.

«Una leve mejoría»

Sin embargo, con el paso de los días se comenzó a gestar el milagro. A mediados de noviembre tuvo una «leve mejoría» y a pesar de algunos picos de fiebre que hicieron temer de nuevo por su vida, el ex jugador argentino de Boca, River e Independiente sorprendió a médicos y familiares con algunos gestos. Cáceres parpadeaba y movía la mitad de su cuerpo. «Es muy fuerte y saldrá adelante», aseguraba confiado su hermano Ramón Cáceres. «Se tapa solo con las sábanas, nos aprieta la mano y responde a las bromas», reveló. «Cuando llegó aquí los médicos no le daban más de 48 horas y ya pasaron 30 días y la sigue remando», se esperanzó Ramón.

Sus ex compañeros lo visitan a menudo. Cuando Diego Armando Maradona le visitó y le alentó casi a gritos, dicen que Cáceres movió las piernas. También gesticuló cuando le comunicaron que los futbolistas de la selección argentina portaron una pancarta con el lema 'Fuerza Negro' en los prolegómenos del duelo que les enfrentó a España en Madrid.

En los últimos días los médicos resolvieron quitarle el respirador artificial y asistirlo mediante una traqueotomía. Enseguida se registraron nuevos avances. El ex deportista movía las manos en su afán por comunicarse con los que le rodeaban. Al pasar las pruebas de deglución también le quitaron la sonda nasogástrica para que se alimente por sus propios medios. Si persiste en ese camino de avances, Cáceres podría ser enviado en los próximos días a un centro de rehabilitación para tratar las secuelas todavía imprecisas de la lesión cerebral que sufrió. Lo peor, parece, ya pasó, y ahora el ex deportista tendrá que jugar el partido más difícil de su vida.