Los etarras 'Txapote' y 'Amaia' se sientan de nuevo juntos en el banquillo
La pareja se enfrenta a 31 años de prisión por el asesinato del concejal del PP José Ignacio Iruretagoyena en 1998 en Zarauz
MADRIDActualizado:El etarra Francisco Javier García Gaztelu, 'Txapote', y su compañera sentimental Irantzu Gallastegi Sudupe, 'Amaia', volverán a coincidir hoy en la sala blindada de la Audiencia Nacional, en el juicio por el asesinato del concejal del PP José Ignacio Iruretagoyena en 1998 en Zarauz (Guipúzcoa).
La Fiscalía solicitará para cada uno 31 años de prisión por los delitos de estragos terroristas, asesinato terrorista y lesiones terroristas. La Sección Segunda de lo Penal de la Audiencia Nacional juzgará a Txapote y Amaia por atentar contra Iruretagoyena, según el fiscal, aprovechando los datos conseguidos por Gregorio Escudero, otro procesado ya condenado por los mismos hechos.
Según el escrito de conclusiones provisionales de la Fiscalía, el 8 de enero de 1998, García Gaztelu ejerció labores de vigilancia, mientras Irantzu Gallastegi colocaba un artefacto explosivo en el interior del vehículo del concejal, en un garaje de Zarauz (Guipúzcoa). José Ignacio Iruretagoyena falleció al día siguiente, al estallar el artefacto cuando conducía en dirección a su lugar de trabajo. La explosión también causó heridas a una persona y varios daños materiales.
Además de las penas de prisión, el fiscal solicitará una indemnización de más de 300.000 euros para la familia del concejal y la prohibición de aproximarse a menos de 500 metros de la localidad de Zarauz.
Otros juicios
Txapote y su compañera sentimental ya coincidieron en el banquillo en 2006, año en que la Audiencia Nacional les juzgó por los asesinatos de los concejales del PP Miguel Ángel Blanco y José Luis Caso.
Durante el juicio por este último atentado, el presidente del tribunal Alfonso Guevara les expulsó de la sala blindada por la falta de respeto que mostraron hacia la justicia. También durante ese proceso, el fiscal denunció su actitud desafiante y chulesca que no muestra ninguna esperanza de reinserción.