El Gobierno insiste en la «prudencia» en la crisis de Mauritania

Cuando se cumple once días del secuestro de los tres cooperantes españoles en Mauritania por miembros de la organización terrorista Al Qaeda en el Magreb, el Gobierno vuelve a insistir en la consigna lanzada desde el primer día: prudencia y discreción. En Moncloa no quieren que se cometan los mismos errores que con el 'Alakrana' y que han terminado por pasar factura al Gabinete de Rodríguez Zapatero.

Fue el propio presidente del Gobierno el primero en hacer un llamamiento a la prudencia. "Los secuestradores también escuchan y no les podemos dar ni un elemento que juegue a su favor", defendía durante una rueda de prensa en Estoril en el marco de la Cumbre Iberoamericana. El capítulo del 'Alakrana' estaba aún muy reciente. La liberación del pesquero vasco se logró tras un tormentoso mes de complicaciones judiciales por el traslado a España de dos piratas detenidos, y el éxito quedó empañado por las unánimes críticas que recibió la gestión del Ejecutivo.

De los errores se aprende y Zapatero no está dispuesto a que se repita la historia. De ahí que los miembros del Gobierno se muestren cautos al ser preguntados por el tema. Hoy ha sido el turno del ministro de Justicia, Francisco Caamaño, quien ha recordado que están en riesgo "la libertad y la vida de ciudadanos españoles". Caamaño ha defendido la actuación del Ejecutivo desde el minuto uno. A su juicio, el Gobierno ha activado todos los resortes diplomáticos a su alcance pero pide paciencia. "Están en juego elementos vinculados a la seguridad del Estado", ha recordado el ministro de Justicia.

En permanente contacto

Horas después, el discurso se repetía en Sevilla donde el titular del Interior asistía a un acto institucional. "Mi obligación es trabajar para liberar a los cooperantes y ese trabajo es poco compatible con contestar según qué preguntas y con dar según qué informaciones" apuntaba Alfredo Pérez Rubalcaba, quien se ha limitado a reclamar un ejercicio de "responsabilidad" para poder liberar a los secuestrados.

Desde que se tuvo noticia del secuestro, el Ejecutivo se mantiene en contacto con las autoridades mauritanas, con las de Mali y con familiares de los tres cooperantes. Asimismo, ha ofrecido apoyo logístico con el envío de aviones y helicópteros de reconocimiento de la Guardia Civil pese a que Mauritania cuenta con los medios suficientes para realizar las labores de búsqueda y rastreo de los cooperantes.